El Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,2% en septiembre respecto a agosto y elevó nueve décimas su tasa interanual, hasta el 3,5%, debido, principalmente, a la subida de los precios de la electricidad y de los carburantes y lubricantes para vehículos personales. El precio de los alimentos, por su parte, mantuvo su crecimiento interanual en el 10,5%.

La inflación general se ha mantenido al alza durante tres meses seguidos, después de que en julio subiera tres décimas y en agosto, cuatro. Por otra parte, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta para su cálculo los efectos de la energía (gasolina, electricidad, gas…) ni los alimentos frescos, bajó tres décimas desde agosto, llegando al 5,8%.

El Ministerio de Asuntos Económicos destaca que esta tasa del 5,8% es la menor desde junio de 2022. Sin embargo, a nivel general, el IPC se sitúa en su nivel más elevado desde el pasado mes de abril, cuando alcanzó el 4,1%.

El Ministerio de Asuntos Económicos ha subrayado en un comunicado que el incremento de la inflación general en septiembre se debe al efecto base de los precios de la electricidad y los carburantes. "España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de toda la zona euro", ha resaltado.

"En un contexto inflacionario en toda Europa, España se consolida como uno de los países de la zona euro con una menor inflación tras bajarla casi 5,5 puntos en el último año", ha remarcado el Departamento que dirige, en funciones, Nadia Calviño.

A pesar de estas declaraciones, la subida del IPC en los últimos meses se hace notar en alimentos como el aceite, cuyo precio se dispara. Desde marzo de 2021 hasta septiembre de este año, el precio del aceite de oliva se ha encarecido un 136,6%. Además, en el mes de septiembre alcanzó su mayor subida interanual en 21 años y aumentó su precio en un 10,1% respecto a agosto.