Este artículo se publicó hace 8 años.
La inasumible factura ecológica del neoliberalismo
Economistas y ecologistas asistentes a las Jornadas del Foro de Economía Progresista que se celebra en Madrid señalan que hay que transformar el actual modelo neoliberal para evitar un desastre ecológico y económico a mediados de siglo.
Jorge Otero Maldonado
-Actualizado a
“Estamos en tiempo de descuento, en una situación de emergencia. Asistimos al choque de las sociedades industriales contra los límites biofísicos del planeta. Tenemos ya una crisis climática, una crisis energética, de recursos, y otra de destrucción de la biosfera. Ya estamos pagando la factura de la orgia consumista de los últimos años”. Jorge Riechman, poeta, filósofo, ecologista y doctor en ciencias políticas (entre otras cosas) inauguró con este discurso tan sombrío como realista la mesa de debate sobre la insostenibilidad del neoliberalismo desde un punto de vista ambiental que se celebró este viernes en el Espacio Ecooo de Madrid moderada por Pedro González, redactor jefe de Público, en el marco de la Jornadas que ha organizado el Foro de Economía Progresista sobre el futuro de este modelo económico.
Reichmann recordó en su alocución —a través de un vídeo grabado— que en la actual situación económica, “debemos aprender a echar cuentas no sólo en términos monetarios, sino también en términos ecológicos”. Reichmann resaltaba así la necesidad de que la economía atienda a los intercambios entre el sistema económico, la ecología y las necesidades del medio ambiente.
En esa idea de que el planeta tiene límites físicos y de que hay que transformar el actual sistema capitalista si queremos mantener un cierto bienestar, incidió el arquitecto y urbanista Fernando Prats, uno de los ponentes de la mesa. Prats denunció el impacto de la huella ecológica que está dejando el ser humano en todo el planeta Tierra: recordó que la humanidad consume los recursos de un planeta y medio cuando sólo tenemos uno. Pero la situación irá a peor en 2030 cuando consumiremos los recursos de dos planetas y ya será catastrófica en 2050 cuando necesitemos los recursos de 2,8 planetas. “Por eso estamos en tiempo de descuenta. Tenemos muy poco tiempo para revertir la situación, y de aquí a 2050 tendríamos que haber reducido entre el 75 y el 90% de las emisiones de efecto invernadero. Esto es muy grave. O nos convencemos de ello o no vamos a ningún lado”, apuntó Prats.
Y ahí juega un papel fundamental la economía. El neliberalismo no es capaz de aportar una solución por su propia naturaleza: es más bien el culpable. Hay que cambiar el rumbo, plantear nuevas hojas de ruta. Pero ese cambio no sólo es económico: se trata de construir una nueva etapa social, un espacio inclusivo donde se reduzca la desigualdad económica, donde se amplíe la resiliencia de los espacios naturales y humanos y donde se incremente la calidad de la democracia.
La tarea no es nada fácil. Prats dijo al final de su intervención que falta “un relato y propuestas concretas para convencer a la gente de la necesidad de esta renovación política, económica y cultural”.
Óscar Carpintero, profesor de la Universidad de Valladolid: "Nuestro modelo de desarrollo es insostenible, ineficiente y muy dependiente de los recursos fósiles"
Óscar Carpintero, profesor de la Universidad de Valladolid y autor del libro Entre la economía y la naturaleza, fue, por exigencias del guión, mucho más concreto: habló del modelo de desarrollo español en los últimos 30 años. “La economía española se ha mostrado como alumno aventajado en desbordar los límites tanto de los recursos como de los residuos, así que nuestro modelo de desarrollo es insostenible, ineficiente y muy dependiente de los recursos fósiles. Sirva como ejemplo, que en el año 2006 España consumió 60 millones de toneladas, cantidad suficiente para asfaltar toda la superficie del país con una tonelada por hectárea”.
Carpintero recordó que en la atmósfera de la Tierra ya ha agotado su capacidad de absorber dióxido de carbono, el CO2, sin recalentarse. Así que recordó algunas lecciones básicas de la economía ecológica y la imperiosa necesidad de superar “el masaje cerebral neoliberal de los últimos 30 años”. “Hemos alimentado el mito de que bastaba el crecimiento económico para resolver todos los problemas tecnológicos, sociales y ambientales. No es así. Deberíamos avanzar en un objetivo claro: en lugar de que crezca el PIB deberíamos apostar por reducir la huella ecológica del Hombre, y para ello debemos superar el modelos neoliberal”.
Para ello habrá que romper los límites del capitalismo. De ello habló el ponente que cerró la mesa, el profesor y director de FUHEM Ecosocial, Santiago Álvarez. Frente al individualismo que propugnan los neoliberales, Álvarez señaló algunos elementos de la realidad que ya están desbordando al capitalismo, como son el auge de la economía colaborativa, algunas teorías económicas como las del bien común. Álvarez señaló que estas teorías “hacen suya la idea de que hay que reapropiarse de la actividad que generamos”. Para el profesor universitario, que cerró la mesa, la clave es “cómo encuadrar esto en la superación del neoliberalismo, un proyecto político que persigue apuntalar el poder de las élites y su capacidad de acumulación”.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.