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Impuesto a la banca Las presiones "de los de siempre" fuerzan a Sánchez a renunciar al impuesto a la banca

Carlos Sánchez Mato, representante de IU en las negociaciones de los Presupuestos con el Gobierno, afirma que pese a la falta de coraje del Gobierno, hay alternativas para que los bancos terminen pagando. Añade que el Gobierno sabe que sólo hay un camino para financiar el aumento del gasto público: eliminar los privilegios fiscales. 

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en Bogotá, Colombia. / EFE

Mientras era líder de la oposición —incluso en sus primeras semanas de Gobierno,— Pedro Sánchez defendía aplicar un impuesto a la banca que ayudaría a financiar  las pensiones públicas. "La banca tiene que rescatar parte de las pensiones de este país", proclamó el presidente del Gobierno el pasado mes de enero. Sánchez esperaba recaudar unos 1.000 millones de euros al año.

No han pasado ni ocho meses de aquella declaración y ahora el Gobierno de Sánchez no quiere quiere hablar "ni en pintura" sobre un impuesto específico para la banca, según han explicado a la prensa los miembros de Podemos y de Izquierda Unida (IU) que llevan semanas negociando con el Gobierno los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE).

En ese sentido, el propio Sánchez confirmó ayer, lunes, en una entrevista en la cadena Ser que el Gobierno se limitará a aplicar un impuesto a las transacciones financieras, descartando así establecer un gravamen a los grandes bancos. 

¿A qué se debe este bandazo del Gobierno? Es difícil saberlo, porque Pedro Sánchez no explicó las razones de este giro en la entrevista. ¿Ha habido presiones? Lo más lógico es pensar que sí, sobre todo después de que el pasado mes de julio, cuando en principio el nuevo Gobierno socialista seguía con sus planes iniciales, las dos grandes patronales del sector bancario, la Asociación Española de la Banca (AEB) y la Confederación Española de las Cajas de Ahorro (CECA), emitieron un comunicado conjunto en el que advertían que un impuesto específico contra la banca afectaría "de forma muy negativa" a la solvencia de las entidades financieras. Añadían, además, que ese gravamen a los bancos tendría "efectos recaudatorios inferiores a los pretendidos".

El Gobierno se ha dado un baño de realidad con este asunto. Un buen ejemplo de ello es que justo un día antes del comunicado conjunto de la EBA y de la CECA, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se mostraba convencida de que la banca iba a aceptar de buen grado ese impuesto

"No hay duda de que el Gobierno ha recibido presiones de los de siempre. A eso hay que añadir que tiene una gran debilidad parlamentaria y busca un tipo de equilibrios que no siempre permiten avanzar por el camino deseado", aclara Carlos Sánchez Mato, representante de IU en las negociaciones con el Gobierno.

La renuncia al impuesto a la banca no ha gustado en Unidos Podemos, ya que es una vieja reivindicación tanto de Podemos como de IU, pero en ningún caso ven esta renuncia como un obstáculo insalvable para seguir avanzando en las negociaciones de una política tributaria más justa. "Hay que avanzar aunque sea a empujones", afirma Sánchez Mato.

Aunque lamenta que el Gobierno "ahora no parezca proclive a incluir un impuesto a a la banca", Sánchez Mato cree que existen vías alternativas para que la banca termine pagando, especialmente a través de una reforma del Impuesto de Sociedades, algo que "desde el punto de vista técnico, es incluso más fácil que crear un impuesto a la banca". En esa misma línea, Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, exigió ayer una rectificación al Gobierno, pero apuntó que en su formación serán "flexibles" respecto a los privilegios fiscales que el Ejecutivo socialista proponga eliminar, dando a entender así que hay alternativas.

Sánchez Mato cree que al Gobierno le está faltando cierto coraje político, pero al mismo tiempo está convencido de que al final el Ejecutivo socialista no tendrá más remedio que retratarse. "El objetivo fundamental es financiar el aumento del gasto en políticas públicas, políticas públicas que beneficiarán al 98% de los ciudadanos. En el Gobierno saben tan bien como nosotros que la única manera de financiar ese gasto es seguir por ese camino es eliminar privilegios fiscales y de hacer una política tributaria más equitativa, así que creo que al final el Gobierno tendrá que empezar a moverse". 

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