El Ibex-35 culmina con una pérdida del 2,01% una semana donde la reactivación de las tensiones entre Estados Unidos y China, aunque esta vez con la excusa de la covid-19, ha vuelto a noquear a los mercados de medio mundo, al añadir incertidumbres a la ya difícil situación que plantea la pandemia.

A pesar del paso atrás semanal, el selectivo subió un 0,78% este viernes y culminó la sesión en los 6.783,10 puntos, tras haber llegado a cruzar la barrera de los 6.800 puntos en algún momento de la sesión.

El resto de las principales bolsas europeas han finalizado la jornada también con rebotes, del 1,4% para Londres, del 1,07% para París, del 1,35% para Fráncfort y del 1,13% para Milán.

El analista de XTB Darío García ha relatado que la semana ha estado marcada por la publicación de datos macroeconómicos, que en términos generales siguen decepcionando y empeorando las previsiones que había sobre ellos. Las decisiones de los bancos centrales se han mantenido según las expectativas, sin cambios en los tipos de interés y consolidando el programa previsto para el resto del año.

Al igual que en las semanas anteriores, los datos diarios de infectados, fallecidos y recuperados por Covid-19 seguirán marcando la evolución de los mercados. También se conocerán los datos de IPC de los principales países. Mientras, García ha añadido que la temporada de resultados llega al final con la gran mayoría de las compañías más importantes que ya reportaron sus resultado del primer trimestre.

De otro lado, el barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, cotizaba en 24 dólares, mientras que el crudo Brent, de referencia para Europa, marcaba un precio de 30,24 dólares.

Por su parte, la prima de riesgo se deslizó a cotas de los 139 puntos, alejado de los 143 que marcó en algún momento de la semana después de que el Tribunal Constitucional de Alemania cuestionase el programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE).

El descenso posterior de la prima de riesgo ha ido en paralelo con la decisión del BCE de ratificarse en que hará lo que sea necesario para evitar apuros a los Tesoros con la crisis y después también de que tanto Bruselas como el Tribunal de Justicia de la UE hayan aclarado que el organismo competente para medidas del BCE es la Corte Europea y no la germana.