Este artículo se publicó hace 3 años.
Iberia renuncia a la compra de Air Europa
El precio pactado con Globalia (500 millones), que se considera muy alto teniendo en cuenta el deterioro de los números de la aerolínea por la pandemia, y el temor a un veto de Bruselas llevan al holding aéreo IAG a replantearse la operación.
Tenían hasta el 4 de enero, fecha en que debía pronunciarse la Comisión Europea por los efectos sobre la competencia, pero no ha sido necesario. El acuerdo entre Iberia y Air Europa por el que la primera aerolínea pretendía hacerse con la segunda, no se va a materializar.
Así lo ha confirmado este miércoles la matriz de Iberia, International Airlines Group (IAG) en un escrito a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que explica que está en "una fase avanzada" de sus negociaciones para "rescindir" el acuerdo alcanzado con Globalia, grupo propietario de Air Europa, hace dos años.
El holding IAG había acordado en noviembre de 2019 hacerse con Air Europa por 1.000 millones de euros y este año negocio una rebaja a 500 millones de euros y aplazar los pagos durante seis años, tras el varapalo del sector de los viajes por la pandemia de la covid-19. Según las fuentes consultadas por EFE, Iberia cree que esos quinientos millones todavía representan una cantidad muy alta teniendo en cuenta el deterioro de los números de la aerolínea de Globalia a causa de la pandemia.
La adquisición de Air Europa, que ofrece conexiones con América Latina además de destinos en Europa, estaba diseñada para ayudar al centro de operaciones de IAG en Madrid a competir más eficazmente con sus rivales europeos y beneficiar a los consumidores, según la empresa compradora. Sin embargo, los reguladores europeos de la competencia temían que la adquisición redujera la competencia en el mercado nacional español y en las rutas internacionales con el país.
Los remedios ofrecidos por IAG (renunciar a 13 rutas de corta y media distancia y a dos rutas de larga distancia en los aeropuertos de Madrid y Barcelona) no fueron suficientes para disipar las preocupaciones y era probable que se produjera un veto por parte de las autoridades de la competencia de la UE, según fuentes.
Ya a comienzos de noviembre, en la presentación de resultados del tercer trimestre, Luis Gallego, consejero delegado del Grupo IAG (en el que están integradas, entre otras, Iberia y British Airways) dijo ser "más pesimista" sobre la operación y la situación no ha mejorado desde entonces, más bien al contrario.
Gallego afirmó en esa ocasión que la compra solo saldría adelante si "sale la ecuación" entre las exigencias de Bruselas de deshacerse de rutas para garantizar la libre competencia, las condiciones del Gobierno en torno al préstamo del Fondo SEPI de 475 millones que concedió a la compañía y las condiciones de Globalia.
Interés de otras aerolíneas
Hay otras aerolíneas europeas esperando la evolución del acuerdo para mover ficha' La aerolínea alemana Lufthansa valoraba hace varios años su entrada en Air Europa, pero concluyó que podía conseguir por su cuenta los activos de la aerolínea de Juan José Hidalgo, tanto aviones como slots, sin necesidad de tener que abonar una grandes cantidades o asumir una elevada deuda.
Ahora este interés podría ser retomado, al igual que el de Air France-KLM, que también podría pensar en hacerse con una parte del capital de Air Europa ante esta situación.
Estas dos aerolíneas serían los principales interesados en la aerolínea de Globalia, aunque no podrían ejecutar ninguna adquisición directamente al haber sido rescatadas por sus gobiernos.
Por otro lado, la eventual entrada de un inversor chino, ruso, árabe o estadounidense parece una hipótesis descartada, ante la obligación legislativa de que el 51% del capital de estas aerolíneas sea europeo y la necesaria autorización del Gobierno a las operaciones protagonizadas por inversores foráneos.
Penalización de 40 millones
La aerolínea Iberia tendrá que pagar una penalización (break fee) de 40 millones de euros, tal y como se acordó en noviembre de 2019, si la operación de compra de Air Europa no sale adelante porque no se obtienen las autorizaciones regulatorias pertinentes o porque alguna de las partes decide resolver el acuerdo.
Por su parte, el Gobierno analizará las distintas opciones que se abren tras la renuncia de Iberia "con la intención de garantizar la continuidad de la actividad y las operaciones" de la aerolínea propiedad de la familia Hidalgo.
Desde el Ministerio de Transportes han indicado que "Air Europa es una compañía estratégica para España por su importancia para el sector de la aviación y del turístico".
Desde el Ejecutivo se insiste en el apoyo prestado a la compañía "desde el primer momento" a través del Fondo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y del ICO que han puesto a disposición de la compañía una "cantidad relevante de recursos financieros" (por encima de los 600 millones de euros).
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