Giro radical en la cúpula de Grifols, que nombra presidente ejecutivo a un directivo de fondos de inversión

Cambio en la cúpula de la farmacéutica catalana Grifols. El consejo de administración de ha nombrado este lunes al estadounidense Steven F. Mayer nuevo presidente ejecutivo de la compañía, tras la renuncia de Víctor Grifols Roura, que permanecerá en la empresa como consejero y presidente de honor. Víctor Grifols Roura ha ocupado puestos de responsabilidad en el grupo de hemoderivados durante 50 años, los 30 últimos como presidente no ejecutivo.

Steven F. Mayer ha sido consejero de Grifols desde enero de 2011. Desde 2002 hasta 2018, ocupó diversos puestos de responsabilidad en el fondo de inversión Cerberus, y en la actualidad es consejerro delgado de las firmas de inversión privada Iron Horse Acquisition y Dedication Capital, fundadas por él.

Los nombramientos han sido aprobados por unanimidad y buscan reforzar el liderazgo de la compañía y acelerar la ejecución de su plan estratégico, ha explicado la compañía este lunes en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Víctor Grífols Roura ha señalado que ha sido un honor presidir el consejo y dirigir la compañía durante tantos años. "Conozco a Steven desde que se incorporó a nuestro Consejo cuando adquirimos Talecris en 2011 y sé que su experiencia, su visión, sus profundos conocimientos y su importante trayectoria en los mercados de capitales serán activos muy valiosos para liderar el avance de Grifols y complementar nuestro equipo directivo", ha señalado en un comunicado.

De momento, el hermano del expresidente Raimon Grífols Roura y su hijo Víctor Grífols Déu se mantienen como co-consejeros delegados de la firma, pero con mejor poderes ejecutivos.

El relevo en la cúpula de la farmacéutica catalana se produce en un momento crítico de la compañía, por su elevada deuda financiera, que alcanza los 8.994 millones de euros. La agencia de rating S&P ha rebajado recientemente la calificación de la compañía, al considerar que el proceso de desendeudamiento podría evolucionar con mayor lentitud de lo previsto.