Las cinco mujeres españolas que podrían llegar a la cúpula del BCE

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó el pasado 15 de diciembre que España presentará un candidato a la Vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, la identidad del aspirante al cargo es un asunto que Moncloa maneja con absoluta discreción.

El portugués Victor Constancio dejará de ser el vicepresidente de la institución en mayo de 2018, tras pasar ocho años en el cargo. Su asiento figura en la lista de objetivos del Gobierno del Partido Popular desde al menos 2015, tras el fracaso del ministro de Economía, Luis de Guindos, en su intento por ser elegido presidente del Eurogrupo.

La ambición del encargado de las finanzas españolas es de sobra conocida y su perfil, según apuntan expertos consultados por Público, se adecúa perfectamente al puesto pese a contar con el pequeño hándicap de representar una opción más política que técnica.

Con todo ello, una eventual postulación por parte de Guindos para vicepresidir el BCE se enfrentaría con un escollo ajeno a las previsiones del Gobierno: el Parlamento Europeo pidió recientemente al Eurogrupo que la terna de candidatos incluyera opciones femeninas.

Actualmente, el Consejo Ejecutivo del BCE (compuesto por el presidente, el vicepresidente y otros cuatro miembros) sólo cuenta con una voz femenina, la de la alemana Sabine Lautenschläger.

Ante el escenario abierto tras la petición del Parlamento Europeo, Moncloa afirmó que el equilibrio en términos de género es una cuestión que Madrid tendrá en cuenta la hora de presentar candidatura. “Podemos presentar a un hombre o a una mujer a la vicepresidencia del BCE”, dijo el jefe del Ejecutivo desde Bruselas tras la última reunión en 2017 del Consejo Europeo, órgano del que depende el nombramiento. En unos términos similares se expresó el propio Luis de Guindos, que un día ante se mostró convencido de que “la vicepresidencia del BCE será para una candidata o candidato español”. Ahora bien, ¿qué mujeres hay dentro del aparato financiero español con el perfil y el peso necesario para competir por el puesto?

“Tiene que ser una persona con cierta experiencia en la arena internacional, que maneje idiomas y, sobre todo, que tenga un perfil muy técnico y cuente con la confianza del Gobierno”, destaca Rafael Pampillón, profesor de Economía en el IE Business School y en la Universidad San Pablo CEU.

Por su parte el economista Juan Torres, catedrático de la Universidad de Sevilla y miembro del Consejo Científico de Attac España, subraya que la viabilidad de cualquier candidatura pasa por presentar a alguien “que defienda los mismos postulados neoliberales que defiende la cúpula del BCE”. En una línea similar se expresa el conocido economista liberal Daniel Lacalle, que pone el foco en el hecho de que “en estos procesos de elección siempre se mira a personas que ya están dentro del aparato económico”, con una especial atención a la experiencia a nivel técnico.

A la vista de estas consideraciones, y de distintos nombres apuntados por expertos en conversación con este periódico, en una eventual terna de candidatas femeninas podrían encontrarse (sin perjuicio de otras posibilidades) los siguientes nombres:

Emma Navarro

Es la actual Secretaria General del Tesoro y Política Financiera. Además de ser una de las primeras espadas de la política financiera española, fue directora del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y, entre otras cosas, de su posición actual se derivan labores como Consejera en el Banco de España, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y en el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

A esta colección de siglas a nivel nacional se añaden labores de Gobernadora Alterna del Mecanismo europeo de Estabilidad (MEDE), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En un plano más comunitario, también ejerce la representación española en comités preparatorios del ECOFIN y Eurogrupo.

En adición, cuenta con la plena confianza del Gobierno y, sobre todo, de Luis de Guindos, cuyo gabinete dirigió entre 2014 y 2015. Fuentes consultadas por Público destacan su perfil técnico y su capacidad para operar de manera discreta al margen de los focos, lo que puede suponer un punto a favor a ojos de Moncloa a la hora de enviarla a la primera línea del laberinto institucional comunitario.

Irene Garrido

Es la actual Secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa. Diputada por el Partido Popular en el Congreso de los Diputados desde 2011, fue también presidenta del ICO.

Sin embargo, su hasta el momento su carrera se desarrolló de manera mayoritaria en torno a la docencia, llegando a dirigir el departamento de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidade de Vigo y coordinado el centro docente de investigación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Pese a su cercanía con el Gobierno y a que destaca como buena negociadora, su postulación tendría un perfil más político que técnico, lo que puede suponer un lastre para la candidatura.

Belén Romana

Fue la primera presidenta del banco malo (la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria o Sareb), a propuesta del propio De Guindos, que antes de impulsar su nombramiento en esta entidad (donde estuvo entre 2012 y 2015) ya intentó influir para que consiguiera la presidencia de la CNMV y de la dirección del Fondo de Rescate Europeo (MEDE).

Actualmente es consejera externa del Banco Santander y, aunque su salida del banco malo fue interpretada como un intento de desvincularse del PP, los expertos consultados señalan que sigue teniendo presencia en los círculos de poder.

En su currículum destacan desempeños como consejera en el ICO, en el Banco de España, en la CNMV y, sobre todo, su labor como directora general de Política Económica y directora general del Tesoro del Ministerio de Economía del Gobierno de España durante la segunda legislatura de José María Aznar.

Gloria Hernández

Actualmente es directora general Finanzas y Mercado de Capitales de Bankinter, donde se incorporó en 2011 tras siete años ejerciendo funciones similares en el Banco Pastor.

Entre sus responsabilidades en Bankinter se encuentra la coordinación de la relación con el BCE, por lo goza de un buen conocimiento sobre el funcionamiento de la entidad con sede en Frankfurt. Su nombre ya ha sonado  como una de las opciones preferentes en caso de que finalmente Madrid decida presentar una candidatura alternativa a De Guindos.

Gloria Hernández es Economista del Estado (actualmente en excedencia) y a sus espaldas cuenta con experiencia como directora general del Tesoro y Política Financiera entre 1999 y 2003, años en los que Guindos ocupaba la Secretaría de Estado de Economía en el Ministerio que encabezaba Rodrigo Rato.

Rosa Sánchez-Yebra

actual vicegobernadora del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa. Al igual dos de las posibles candidatas anteriormente nombradas, Sánchez-Yebra fue Secretaria General del Tesoro y Política Financiera, cargo que desempeñó entre 2011 y 2014, en los primeros años de Luis de Guindos como ministro.

Su cercanía con el dirigente conservador se palpa en el hecho de que dirigió su gabinete hasta en dos ocasiones: entre 2002 y 2004, cuando Guindos fue secretario de Estado con Rato, y entre 2012 y 2014, ya como miembro del Gabinete de Mariano Rajoy.

Entre sus antiguos desempeños también se encuentran labores de Consejera o asesora ante el Banco de España, CNMV, FROB, MEDE o FMI entre otros, lo que da cuenta de su perfil técnico y de cierta experiencia en la arena internacional.

Siempre nos quedará Guindos

El llamamiento de la Eurocámara a tener en cuenta la igualdad de género en futuros nombramientos del BCE puede llevar a que la candidatura española pase por alguno de estos nombres.

Sin embargo, los economistas se muestran escépticos sobre la posibilidad de que no sea De Guindos quien finamente se postule. “De ser otra persona, podría ser alguna de estas mujeres, pero el perfil para la vicepresidencia del BCE requiere a alguien más de primera fila”, afirma Lacalle.

Del mismo modo, Rafael Pampillón subraya que, en condiciones normales, la experiencia de gestión del ministro y sus relaciones en el ámbito comunitario le alzarían como el candidato más viable para el puesto.