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El BCE cumple con lo esperado y baja los tipos de interés en 0,25 puntos, pero no da pistas sobre sus próximos movimientos

Lagarde asegura que la autoridad monetaria de la Eurozona no se compromete de antemano con ninguna trayectoria de los tipos, y  seguirá tomando sus decisiones reunión por reunión según los datos económicos.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde, durante la rueda de prensa después de la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, en Fráncfort, en la que han decidido la primera rebaja de tipos desde marzo de 2016. EFE/FRIEDEMANN VO
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde, durante la rueda de prensa después de la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, en Fráncfort, en la que han decidido la primera rebaja de tipos desde marzo de 2016. FRIEDEMANN VOGEL / EFE

El Banco Central Europeo (BCE) ha bajado los tipos de interés, que se encontraban en máximos históricos, en 0,25 puntos, hasta el 4,25%, en el que es el primer recorte desde marzo de 2016 y que llega casi dos años después del inicio del endurecimiento de su política monetaria para combatir la inflación.

El Consejo de Gobierno del organismo, que se ha reunido este jueves en Fráncfort, también ha decidido recortar en un cuarto de punto la facilidad de crédito (el interés de los préstamos a los bancos a un día), hasta situarla en el 4,5%, y la facilidad de depósito (el que remunera el exceso de reservas a un día), hasta el 3,75%.

El BCE realizó el primer recorte de tipos desde marzo de 2016, hace ahora ocho años, aunque entonces redujo el precio del dinero desde el 0,05% al 0%. Posteriormente, bajó la tasa de depósito en 0,10 puntos, hasta el -0,5 %, en septiembre de 2019. Se trató, además, del primer descenso desde que comenzó su ciclo de endurecimiento de la política monetaria por la escalada de la inflación, con 10 subidas consecutivas entre julio de 2022 y septiembre de 2023.

El BCE avisa que la inflación se mantendrá demasiado alta hasta el próximo año. El IPC en los 20 países que comparten el euro ha caído desde más del 10% a finales de 2022 hasta situarse justo por encima del objetivo del 2% fijado por el BCE en los últimos meses, en gran medida gracias al abaratamiento de los combustibles. Pero este avance se ha estancado recientemente y hay indicios de que la inflación de la Eurozona puede resultar difícil de domar, como ha sucedido en Estados Unidos.

"A pesar de los progresos realizados en los últimos trimestres, las presiones internas sobre los precios siguen siendo fuertes, ya que el crecimiento salarial es elevado, y es probable que la inflación se mantenga por encima del objetivo hasta bien entrado el próximo año", declaró el BCE.

Junto con su decisión de política monetaria, el BCE revisó al alza tanto sus perspectivas de inflación como de crecimiento económico para la eurozona con respecto a marzo. El organismo elevó sus previsiones de inflación media para la eurozona al 2,5% en 2024 y al 2,2% en 2025, dos décimas más en ambos casos, con lo que ha vuelto a retrasar a 2026, con el 1,9%, la consecución del objetivo de estabilidad de precios.

En el caso de la inflación subyacente (aquella que no tiene en cuenta los precios de la energía y los alimentos por considerarse más volátiles) se situará en el 2,8% en 2024, 2,2% en 2025 y 2026.

El BCE mejoró tres décimas su previsión de crecimiento económico para 2024, hasta el 0,9%; pero la ha empeorado en una décima para el 2026, hasta el 1,4%, y ha mantenido el crecimiento en el 1,6% para 2026.

Pese a bajar los tipos de interés, la presidenta de la autoridad monetaria de la Eurozona, Christine Lagarde, evitó comprometerse a una senda de tipos concreta e insistió en que las decisiones para determinar el nivel y la duración de la restricción dependerán de los datos y se tomarán reunión a reunión. "Seguimos siendo restrictivos tras la bajada de los tipos de interés de hoy. Lo que hacemos es eliminar o moderar algo esa restricción. No sé cuánto durará el periodo restrictivo ni a qué velocidad se producirá su retirada", afirmó.

Lagarde destacó que necesitarán tener suficientes datos para hacer los análisis pertinentes y que estos los recibirán en los próximos meses, aunque sin mencionar ninguna fecha concreta.

En cualquier caso, recordó que, al igual que en anteriores ocasiones, sus siguientes decisiones se basarán en evaluar las perspectivas de inflación, la dinámica de la subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria a la economía.

La máxima responsable de la política monetaria de la eurozona consideró que se trataba del momento adecuado para moderar la política monetaria después de dos fases: la de la subida de tipos por la inflación y la del mantenimiento de los niveles durante cinco reuniones consecutivas.

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