El Banco Santander logró un beneficio neto atribuido de 2.571 millones durante los primeros tres meses de 2023, un 1% más que los 2.543 millones del mismo trimestre del año pasado, gracias a que los buenos resultados en Europa compensaron la reducción de ganancias en Brasil y Estados Unidos, según ha informado la entidad.

Las cifras son el resultado que resta tras abonar el impuesto extraordinario al sector bancario en España, por 224 millones de euros. Sin el gravamen, que se contabilizó íntegramente en este periodo, el Banco Santander habría ganado un 10% más, lo que supondría 2.795 millones.

La mejora de los resultados se debe a la mejora del negocio en Europa, fundamentalmente por las alzas de los tipos de interés en el Banco Central Europeo.

Los ingresos totales (margen bruto) del banco dirigido por Ana Botín fueron de 13.935 millones de euros entre enero y marzo, lo que equivale a in incremento del 13% en comparación con el mismo periodo de 2022.

De esa cifra, los ingresos por intereses (margen de intereses) fueron de 10.396 millones de euros, un 17,4% más que en el primer trimestre de 2022. En paralelo, los ingresos por comisiones netas avanzaron en el año un 8,2%, hasta los 3.043 millones de euros, que Santander ha atribuido a la escala del banco y de sus negocios globales.

Su gran expansión a nivel geográfico tiene mucho que ver en los repuntes. Mientras que Europa contribuyó a las arcas con un 42% (obteniendo un beneficio conjunto de 1.189 millones, un 17% más que en 2021), Sudamérica aportó un 28%; Norteamérica un 22% y la Digital Consumer Bank un 8%.

En lo que respecta a España, el banco ganó casi un 27,7% más, lo que se traduce en 466 millones de euros. Sin embargo, en Brasil, su principal mercado, el beneficio neto cayó un 25% debido a un aumento de los costes impulsado por la inflación y una caída del margen de intereses. El beneficio neto ordinario en Estados Unidos cayó también un 48,5% por el aumento de los costes de financiación en el negocio automovilístico, mientras que las provisiones se duplicaron con creces. En el Reino Unido, el beneficio neto aumentó un 5%, mientras que en España subió un 28% gracias al aumento de los ingresos por créditos.

La evolución en el área europea y mexicana, así como el impulso en el negocio de consumo lograron que la morosidad del crédito mejorara en 21 puntos hasta el tercer mes del año, alcanzando el 3,05%.

Las ratios de cobertura de liquidez se mantuvieron estables en el 152% en marzo, en comparación con diciembre. La ratio de capital Tier-1 fully loaded, la medida más estricta de solvencia, subió al 12,2% desde el 12,04% de diciembre.

Impuesto extraordinario

En la rueda de prensa de presentación de los resultados, el delegado de la entidad, Héctor Grisi, confirmó que el  Banco Santander ya ha recurrido el impuesto temporal que aprobó el Gobierno sobre los ingresos de la banca.

Cabe destacar que la impugnación del impuesto es una decisión que debe pasar por el consejo de administración de los bancos. El recurso que han presentado las entidades se ha hecho contra la liquidación del primer pago, mientras que la patronales bancarias AEB y CECA impugnaron ante la Audiencia Nacional la orden ministerial publicada por el Ministerio de Hacienda a principios de febrero y en la que se facilitaban los modelos de declaración y pago anticipado del impuesto.

Lo que se grava a través del impuesto extraordinario a la banca son los ingresos alcanzados a través de los intereses del grupo y de las comisiones netas recolectados dentro de las fronteras españolas. El impuesto no aplica, por tanto, al resto del grupo, aunque España fue el tercer país donde el margen creció más (un 46%), solo por detrás de Polonia (donde aumentó un 47%) y Portugal (que se corona con un 54% más).

En el primer trimestre, los depósitos totales del Santander aumentaron un 6% en euros constantes en términos interanuales, a pesar de las turbulencias bancarias desencadenadas tras la quiebra el mes pasado de Silicon Valley Bank.

Algunas retiradas estacionales en su banco de inversión en enero llevaron a una caída del 2% en los depósitos frente a finales de 2022, pero el banco dijo que los volúmenes de depósitos comenzaron a aumentar de nuevo a partir de febrero "reflejando las tendencias positivas del negocio".

A este respecto, el consejero delegado del grupo bancario dijo que el Santander no espera que se produzca una "guerra de depósitos" en España, sino que adaptará su estructura de remuneración al pasivo en función de cómo evolucione el mercado de cara al futuro.