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Y con ustedes... ¡la $uperbowl!

New England Patriots y Seattle Seahawks se juegan esta madrugada el Trofeo Vince Lombardi en el evento deportivo de mayor repercusión del planeta. Los números de la Superbowl asustan en todos los sentidos. Los estadounidenses hacen todo a lo grande, y éste es el mayor de los ejemplos

El jugador de los Seattle Seahawks Marshawn Lynch atiende a los medios. REUTERS

ISRAEL ÍÑIGUEZ

MADRID.- Ni el mismísimo Lamar Hunt, antiguo propietario de los Kansas City Chiefs y a quien debe su nombre esta gran final de la National Football League (NFL), pensó cuando se disputó por primera vez en 1967 que ese round definitivo entre el campeón de la NFL y la American Football League (AFL) alcanzaría las dimensiones planetarias que tiene a día de hoy. Pero como todo en Estados Unidos, las cosas se hacen a lo grande. El show y la imagen de grandeza son lo primero. El deporte rey en aquel país debía tener una fiesta a la altura de su repercusión y enfervorizado seguimiento.

La edición número 49, que esta noche (a partir de las 00.30, hora española) enfrentará a los New England Patriots y a los Seattle Seahawks en el Universidad de Phoenix (Arizona), paralizará el país entero y buena parte del globo terráqueo. Se calcula que el duelo entre los dos mejores conjuntos de la Conferencia Nacional y la Conferencia Americana, al margen de los 71.228 espectadores que lo vivirán in situ, será visto por 115 millones de espectadores en Estados Unidos. A ellos hay que sumar los más de 125 millones de personas que lo podrán seguir a través de la señal de televisión que emitirán un total de 198 países. Una cobertura mediática que llevarán a cabo 5.000 periodistas para dar a conocer todos y cada uno de los detalles y movimientos que se produzcan en el recinto de la ciudad del Valle del Sol.

No es de extrañar, por tanto, que los espacios publicitarios sean los más caros del año. Así, la NBC, canal que posee los derechos de tan magno evento, ha desvelado que un anuncio de 30 segundos durante el partido tiene un coste de 4,5 millones de dólares. Ahí es nada. Kia, Mercedes Benz, Toyota, BMW, Victoria’s Secret, T-Mobile o Carl’s Jr. ya han dado a conocer su campaña más impactante y costosa. Las grandes marcas buscan su hueco en la Superbowl aunque son conscientes de que tan sólo el 46% de los anunciantes conseguirán captar la atención del espectador. Son datos que ha facilitado la consultora de marca Brand Keys, pero amigo, la imagen es la imagen, y si no estás en el evento del año…

El torrente de números relacionados con el denominado Super Sunday (Súper Domingo) no queda aquí. Una entrada para ver el enfrentamiento entre los Patriots y los Seahawks puede alcanzar los 3.950 dólares (y eso sin acceder a la reventa). Quien tiene una, tiene un verdadero tesoro. Estados Unidos considera seres privilegiados a aquellos que pueden presenciar un partido de estas características. Nadie se lo quiere perder. Se dice que incluso hay gente que ha llegado a faltar a bodas de amigos, funerales de familiares y eventos de gran calado personal con tal de presenciar una Superbowl. Se pueden hacer una idea de lo que esto significa para los yanquis.

Mientras, la sede del partido se frota las manos. Se calcula que, en este caso Phoenix, tendrá un retorno de unos 600 millones de dólares por albergarlo. Ese será el gasto que hagan los propios habitantes de la ciudad del estado de Arizona, a lo que hay que sumar la cantidad de la que se desprendan los más de 100.000 turistas que se espera lleguen allí este fin de semana. Pero para gastos, los que proceden de las apuestas. La cifra es absolutamente mareante. Unos 8.000 millones de dólares han circulado y circularán en los días previos y durante el propio partido.

Será la tercera Superbowl que acoja el estado de Arizona, mientras que los líderes en este sentido son Lousiana y California, con diez ediciones cada uno. Y algo que tampoco pasó jamás por el imaginario y ni siquiera quizá por los sueños de Lamar Hunt: las redes sociales. Éstas también serán grandes protagonistas durante la disputa del gran duelo. La previsión habla de que se pueden enviar más de 25 millones de tuits durante las más de 3 horas que dure la confrontación.

El espectáculo del entre tiempo y el récord de Tom Brady

Otra de las grandes citas, también fuera de lo meramente deportivo, aunque está vez también al margen de los números, es el show que rodea al descanso del partido. Todos los grandes artistas del país quisieran ser partícipes de semejante fiesta. Michael Jackson marcó un antes y un después con su actuación en 1993, subiendo al escenario del Rose Bowl de Pasadena a 3.000 niños para interpretar Heal the world. Posteriormente han pasado por este impresionante escaparate Kiss, U2, Justin Timberlake y el famoso pecho al descubierto de Janet Jackson, The Rolling Stones, Prince, Bruce Springsteen o Madonna. En esta edición 2015, la elección ha recaído en Katy Perry, en quien estarán puestos todos los ojos.

Y ya por finalizar y hacer un apunte deportivo, que al final no deja de ser un partido de football, hay que hacer referencia al quarterback de los New England Patriots. Tom Brady será otro de los grandes protagonistas de la gran noche. Uno de los jugadores más importantes y mediáticos de la historia de este deporte disputa su sexta Superbowl. En caso de derrocar a los Seahawks y conseguir el triunfo, Brady igualará en entorchados ni más ni menos que a Joe Montana, uno de los mayores mitos del deporte estadounidense y gran mariscal de los legendarios San Francisco 49ers de los años 80 y 90. ¿Lo conseguirá? Todos enchufados al televisor una vez pasada la media noche. El show-business está en marcha.

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