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CarteleraWillem Dafoe, el sucesor atormentado de Kirk Douglas
Willem Dafoe interpreta en ‘Van Gogh, a las puertas de la eternidad’ al pintor holandés. Un trabajo brillante, heredero del que hizo el magnífico Kirk Douglas y al que se han aventurado otros ilustres actores, entre los que se encuentra el mismísimo Martin Scorsese.
Madrid-
La crítica auguró que sería imposible imaginar a Vincent Van Gogh con un rostro diferente al de Kirk Douglas. No se equivocaba. Desde que Vincente Minnelli rodara en 1956 ‘El loco del pelo rojo’, generaciones enteras han vivido con esa imagen del pintor. Pero ahora, medio siglo después, le ha salido un serio rival, Willem Dafoe, protagonista de la nueva película de Julian Schnabel, ‘Van Gogh, a las puertas de la eternidad’.
Bendecido por el Festival de Venecia con la Copa Volpi, Willem Dafoe da vida a un Van Gogh atormentado durante los días que vivió en Francia, en los que se relacionó con otros artistas de la vanguardia y estableció un vínculo especial con Paul Gauguin. Emocionante, el trabajo de Dafoe es un acto de entrega al arte del pintor holandés, más atinado que el del propio Schnabel, de quien sí se advierte su admiración por el artista y la intención con la película.
La versión de Julian Shnabel
“Es una película sobre la creatividad y los sacrificios que tuvo que hacer Van Gogh para crear las espectaculares obras maestras que hoy en día son mundialmente reconocidas. No es la historia oficial, es mi versión”, ha escrito el cineasta, que insiste: “El Van Gogh que se ve en la película surge de mi respuesta personal a sus pinturas, no sólo de lo que se ha escrito sobre él”.
Así, la mirada en ‘Van Gogh, a las puertas de la eternidad’ es la de Julian Schnabel imaginando cómo miraría el pintor. Un punto de vista en el que pesa más el trabajo de Benoît Delhomme, director de fotografía, que el de sus dos coguionista, el ilustre Jean-Claude Carriére y la artista y diseñadora Louise Kugelberg.
Martin Scorsese es Van Gogh
Willem Dafoe, por momento, parece haber nacido para convertirse en Vincent Van Gogh. Una cualidad que, sin duda, no buscó Akira Kurosawa en Martin Scorsese cuando le convenció de que interpretara al pintor en el quinto capítulo de sus ‘Sueños’ (1990), ‘Crows’ (‘Cuervos’). En él, un estudiante japonés penetraba y ocupaba las pinturas de Van Gogh. Además de ver al genio de Queens metamorfoseado en el artista, la obra, con unas imágenes fascinantes, es una interesante reflexión sobre la relación con la imagen en movimiento.
El 31 de julio de 1989, cuando habían terminado el rodaje, Kurosawa escribía a Scorsese: “Me resulta muy difícil expresar adecuadamente mi gratitud por haber aceptado mi egoísta solicitud (…) por fin he terminado el rodaje de todos los sueños, excepto ‘Cuervos’, y concluí la edición para el resto de los sueños. Ahora estoy a la espera de reunirme con Van Gogh. Estoy escuchando su voz todos los días a través de la cinta que me enviaste. ¡Es maravilloso!”
Una película pintada al óleo
Maravilloso, como la poderosa atracción que la obra de Van Gogh y su atormentada vida han provocado sobre cineastas de todo el mundo. Y aunque los resultados no han estado prácticamente nunca a la altura del talento del pintor, ha habido algunos ejercicios notables. Hace un año, Dorota Kobiela y Hugh Welchman intentaron una singular aproximación con su película ‘Loving Vincent’, la primera de la historia pintada al óleo fotograma a fotograma. En ella se recorrían los últimos momentos de la vida del artista y se recelaba de la teoría del suicidio.
Menos polémico y muy meticuloso fue Maurice Pialat en su película ‘Van Gogh’ (1991), centrada en la estancia del pintor en Auvers-sur-Oise y en su final. Estrenado en el Festival de Cannes, el filme –de casi tres horas de metraje- estaba protagonizado por Jacques Dutronc, magníficamente maquillado y en perfecta sintonía con la contención narrativa del director. Su trabajo la valió el Premio César de la Academia del cine francés al Mejor Actor.
Dos actores británicos
Los británicos Benedict Cumberbatch y Tim Roth han sido también en la pantalla Vincent Van Gogh, ambos en producciones inspiradas en la relación del artista con su hermano Theo. El primero dio vida al pintor en un brillante documental de 1990 dirigido por Andrew Hutton, ‘Van Gogh: Painted with Words’ (2010). Cada palabra que se pronunciaba en aquella película se había extraído de las cartas que se escribieron los hermanos.
Por su parte, Tim Roth fue el pelirrojo holandés en una miniserie de cuatro horas que hizo Robert Altman para la televisión europea, ‘Vincent y Theo’ (1990), donde el cineasta se debatía entre la admiración por el artista y el interés por su hermano Theo (interpretado por Paul Rhys), que le cuidó e hizo posible que pintara toda su vida.
“El verdadero corazón de ese ser extraño"
Las palabras de Van Gogh en aquellas cartas a su hermano son también las que se escuchan en ‘Vida y muerte de Van Gogh’ (1987), una película documental del australiano Paul Cox, con la voz de John Hurt y la música de Vivaldi y Rossini. No hay aquí diálogos ni una estructura narrativa lineal, se trata de una apuesta más sensorial para mostrar las pinturas y la vida de Van Gogh.
“A pesar de mi torpeza, o tal vez por ello, por lo que aparento ser ante los demás: una nulidad, un tipo raro, o un ser humano desagradable sin un lugar propio en el mundo, deseo mostrar el verdadero corazón de ese ser extraño”, escribió Vincent Van Gogh en una de aquella epístolas. “No creo que viva mucho –decía su hermano en otra carta-, pero tengo el deber, dado que he estado en este mundo 30 años, de dejar una muestra de gratitud en forma de dibujos y pinturas”. Ahora, una vez más, es el cine el que muestra su reconocimiento a este inmenso artista.
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