Este artículo se publicó hace 7 años.
Viñetas que despiertan conciencias
El libro ilustrado 'Refugiada. La odisea de una familia' retrata una realidad que no debería existir: el drama de las migraciones a través de la mirada de una niña. Parte de los beneficios del álbum van a parar a la ONG Proactiva Open Arms.
Madrid--Actualizado a
Cuenta la ilustradora Anna Gordillo (Terrassa, 1984) que el germen de Refugiada. La odisea de una familia surge de un documental en el que se narra el periplo del barco Habana, salvoconducto que durante la Guerra Civil amparó a 2000 niños de las garras del franquismo uniendo la localidad de Santurce y el puerto de Southampton. “Aquello me impactó y de ahí surgió la idea de dibujar a una niña que abandonaba su hogar, su tierra”.
Apenas cuatro imágenes que fueron creciendo y creciendo hasta convertirse en una historia. Una historia cuya protagonista carece de nombre, fiel reflejo de la deshumanización catódica que día sí y día también nos muestran los informativos. Las viñetas llegaron a las manos de Tessa Julià, pedagoga catalana curtida en novelas para un público infantil. “Enseguida fui consciente del potencial de esas imágenes y pensé que debíamos contar el drama de la migración a través de la mirada de una niña”.
El resultado es descorazonador y bello a partes iguales. Un álbum teñido de azules capaz de despertar conciencias a golpe de viñeta. “Quería conseguir que los bocetos transmitiesen tristeza —explica Gordillo—, de un modo muy intuitivo entendí que estos eran los tonos apropiados”. Y así, a base de cobaltos, se va tejiendo una historia que, si bien apunta a los más pequeños, no deja indiferente a un público maduro. “Ambas coincidimos en que la línea divisoria entre niños y adultos no es tan clara como puede parecer. Los niños tienen que poder acceder a todos los temas, adaptándolos por supuesto, pero han de tener conciencia de lo que ocurre”.
Una realidad, a menudo camuflada si no esquivada, en pro de una infancia sin mácula preludio de esa fábrica de indiferencia que es lo cotidiano. En ese sentido, Refugiada. La odisea de una familia evidencia que las precauciones son siempre exageradas: “A los niños se les puede hablar de todo —apunta Tessa—, he visto a muchos de ellos abrir este álbum y emocionarse a su manera con una historia que si bien es triste, también tiene momentos de redención”.
Las ilustraciones de Anna y las palabras de Tessa fueron a parar a la editorial La Galera, que no dudó en apoyar el proyecto y destinar parte de los futuribles beneficios a Proactiva Open Arms, esa red de socorristas que ante la inacción de los gobiernos decidieron trasladarse a Lesbos para tratar de atajar el drama humanitario. “Cuando desde la editorial nos dijeron lo que pensaban hacer, no lo dudamos, queríamos también ofrecer parte de nuestras ganancias a esta ONG”.
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