Este artículo se publicó hace 4 años.
Teatro RealEl Teatro Real suspende una función por las quejas de los espectadores por falta de distancia de seguridad
El Teatro Real ha asegurado que cumplía con todas las medidas de seguridad exigidas y anuncia que abrirá una investigación para descubrir a los responsables.
Madrid--Actualizado a
La ópera de Verdi, Un ballo in maschera trata como un grupo de opositores políticos terminan con la vida del rey con tintes de drama romántico entre medias. Algo parecido ocurrió en su representación el pasado domingo en el Teatro Real de Madrid. A las 19:30h una larga cola que atravesaba la Plaza de Oriente vaticinaba la catástrofe y ya se escuchaban rumores: "Pero, ¿se habrán pasado de aforo? Somos mucha gente".
19:45h. Una vez dentro los asistentes ocupábamos asiento y comprobábamos que no se guardaba apenas distancia de seguridad: Prácticamente todos los asientos del palco Paraíso, también conocido como 'gallinero', estaban ocupados.
20:00h. Todo el mundo se mantuvo en silencio hasta que el primer aviso, que anunciaba el inicio de la obra, resonó por los altavoces. "Les agradecemos su colaboración con las medidas de seguridad…". La frase no terminó, invadida por gritos y golpes exigiendo la suspensión de la obra. El público era mayoritariamente sénior, ya que el Teatro Real ofrece descuentos para abonados a mayores de 65 años, precisamente la edad de riesgo para la covid-19.
20:15h. "Nosotras vinimos en junio y se cumplieron todas las medidas, había un asiento que separaba a cada persona y todo transcurrió a la perfección. Pero ahora, como ha empezado la temporada de teatro, les da igual", comentaba una de las espectadoras. El griterío no cesaba y las voces de megafonía anunciaban un retraso en la función. Parte del auditorio comenzó a abandonar sus localidades en señal de protesta.
20:30h Comienzan a formarse corrillos de gente y los balcones superiores miran hacia abajo. Las filas inferiores, que suelen ser las más caras o reservadas para invitados de honor del Teatro Real sí respetaban las distancias. Una vez descubierto el pato, sálvese quien pueda. "¡Esto es discriminación! ¡Están jugando con nuestra salud!" vociferaba un señor al fondo mientras se apartaba la mascarilla de la boca.
21:00h. Con una hora de retraso, se abre el telón y los altavoces anuncian el inicio de la obra. Al grito de "¡suspensión!" acompañado con aplausos, comienza la música y los actores comienzan a salir. 'The show must go on' pero la rebelión del palco Paraíso también seguía.
21:10h. Los actores se detienen y los músicos dejan de tocar. Las quejas continúan y los asistentes siguen marchándose. La azafata del evento nos explica que ella tampoco está recibiendo nada de información, pero que le da miedo que, si se le devuelve el importe de las entradas a los asistentes, eso afecte también a su sueldo.
21:30h. Se ha marchado la mayor parte del auditorio y quedamos unos pocos. El público está tenso y comienzan los insultos entre unos y otros. "¡Panda de comunistas!", "¡Es usted un borrego!". "Es un espectáculo de ricos y nosotros somos los invitados" comenta uno de los espectadores que aún no se había levantado de su asiento en vistas de la interperie. Aseguró haber comprado la entrada en julio, cuando "aun se pensaba que la cosa iría a mejor".
21:45h. La Policía Local avala el espacio como seguro Un anuncio por altavoces asegura que se han vendido 905 entradas, lo que representa menos del 50% del aforo. Más tarde, el Teatro Real ha defendido que cumplía con "todas las normas vigentes" de aforo en la función. "La finalidad de todas estas medidas es que la gente se sienta cómoda", aseguraba Ignacio García-Belenguer en la presentación.
22:00h. El telón vuelve a abrirse y la función comienza de nuevo. Aunque la mitad de los asistentes ya había abandonado el auditorio, había suficientes como para que se escuchasen las quejas por encima del tenor Michael Fabiano, que terminó por abrazar a sus compañeros y ordenar la caída de telón apenas terminada la primera canción.
Al salir, se formaron verdaderas aglomeraciones de gente que hacía cola para rellenar hojas de reclamación. Sin embargo, el Teatro Real envió un comunicado en el que señalaba a un "reducidísimo grupo" de personas que insistieron en "boicotear la representación".
La dirección del Teatro Real abrirá una investigación "para averiguar este lamentable incidencia" y tomará "las medidas necesarias para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad".
Por su parte, la consejera madrileña de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, ha lamentado "profundamente" lo sucedido el domingo en el Teatro Real. "Ahora hay que esperar al resultado de esa investigación", ha añadido.
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