Sesión de hipnosis colectiva

Cuando cuatro amigos de Baltimore se reencontraron en Nueva York en el año 2000 para hacer música juntos, nada hacía prever que en menos de una década se convertirían en uno de los grupos más influyentes de lo que llevamos de siglo. Mezclando las posibilidades de la electrónica con un enfoque cercano a los grupos de psicodelia progresiva, como sus admirados The Grateful Dead, Animal Collective abrieron la puerta e inspiraron a un sinfín de grupos que, con mayor o menor brillantez, han ido marcando el sonido del pop contemporáneo.

Más que un grupo, AC es, como su nombre indica, un colectivo de viejos amigos en el que sus miembros entran y salen con libertad, sin que afecte ni a su buena relación ni a su excelente momento creativo. Hace tiempo que Deakin (alias de Josh Dibb) no actúa en directo, dejando a Panda Bear, Avey Tare y Geologist esa responsabilidad. Los tres, cuyos verdaderos nombres son Noah Lennox, David Portner y Brian Weitz, respectivamente, actúan hoy en el festival Greenspace de Valencia, justo cuando se acaba de anunciar la salida de su nuevo disco en enero. Aunque es muy posible que, a estas alturas, ya estén tocando las canciones del siguiente.

De este nuevo álbum ya se conoce la psicodélica portada y el título, Merriweather Post Pavilion. En algunos blogs se puede escuchar ya una versión, chapucera pero reveladora, con versiones de todas las canciones en directo. "Nos parece bien a todos", dice Panda Bear. "No son las versiones que saldrán en el disco, así que tampoco va a afectar a la sorpresa que vamos a ofrecer", recalca. De hecho, muchas de esas canciones ya fueron interpretadas en su última actuación en España, cuando cerraron en el Primavera Sound.

El grupo es el primer sorprendido ante el enorme éxito obtenido con su música, tan arriesgada como accesible. Según Geologist, "la mayor parte de lo que hacemos está basado en estructuras pop. Además, preferimos que se nos considere como un grupo de pop antes que como algo muy serio". En su carrera, la experimentación y la electrónica conviven con un evidente interés por la arqueología sonora incluso con acercamientos al folk, como cuando colaboraron con la cantautora inglesa Vashti Bunyan, hasta entonces olvidada.

Para Panda Bear no es necesario que la música suene absolutamente nueva para que sea disfrutable: "Personalmente –reflexiona–, a mí me atrae la música que me confunde o que extiende mi percepción del sonido o de cómo debe ser una canción. A veces, el espíritu de una canción puede ser muy poderoso, aunque haya sido elaborada usando métodos o sonidos tradicionales". Quizá por eso su directo no es tradicional, sino más bien imprevisible y confuso, retomando el sentido positivo que le daba Panda Bear a la palabra. Incluso para ellos mismos, aunque dicen tener una idea clara de sus actuaciones: "No ensayamos mucho, sólo varios períodos de un par de semanas al año", reconoce Geologist. "Pero ojo, que no improvisamos todo el tiempo. Nuestros conciertos suelen estar bastante organizados, aunque dejemos espacios en las estructuras que suelen quedar abiertos a la improvisación", relata el músico.

El tema de los ensayos parece especialmente espinoso, teniendo en cuenta que Panda Bear vive desde hace años en Lisboa. Aunque eso tampoco parece preocuparles mucho. Según Geologist, "no es tan difícil. Hacemos mucho trabajo individual y nos enviamos el material vía Internet. A partir de ahí lo reconfiguramos todo y creamos algo nuevo basado en lo que nos hemos mandado. Este proceso ha sido muy divertido y nos ha reforzado mucho. Así es como hemos escrito el nuevo disco", concluye el músico neoyorquino.