Este artículo se publicó hace 7 años.
Renta BásicaUn mundo donde te pagan por existir
El cineasta alemán Christian Tod, en su película ‘Renta básica ¿una utopía posible?’, revela la posibilidad real de conseguir una renta básica universal y explica el porqué no se ha implantado ya
Madrid--Actualizado a
“Estamos en el siglo XXIV. Han cambiado muchas cosas en 300 años. La gente no está obsesionada con la acumulación de cosas. Hemos eliminado el hambre, el deseo, la necesidad de posesión. Hemos superado la infancia”. ¡Cómo no va a haber legiones de trekis por todo el planeta! El universo por el que viajaba el legendario Enterprise con el mítico capitán Picard (Patrick Stewart) a la cabeza es el futuro con el que sueñan y al que aspiran millones de personas en el mundo. Y la renta básica universal es un paso tan obvio para comenzar ese camino que irrita poderosamente que no se ponga en marcha YA. Christian Tod, en su película Renta básica ¿una utopía posible? (El documental del mes), revela la posibilidad real de conseguirlo y el porqué no se ha implantado aún.
Vivir en un mundo donde te pagan por existir. Todos podríamos cubrir nuestras necesidades básicas sin necesidad de un salario. “La clase media se está hundiendo y está es la solución evidente”. “Todo empezó con una idea tan sencilla que pocas personas la entendían, la renta básica universal”. “Es de una simplicidad descarada y lleva una poderosa idea detrás”. “Tendríamos la libertad que ningún ser humano ha experimentado antes”. Economistas, filósofos, politólogos, empresarios, sociólogos, activistas reflexionan sobre esta idea radical y sus consecuencias en esta película, en la que se muestran los casos de ciudades y estados en los que se ha aplicado la renta básica garantizada. ¡Funciona!
Una cuestión cultural
Primero. La renta básica universal es posible. Existe la riqueza, la cuestión, claro, es cómo repartirla. Albert Wegner, socio del fondo de capital Union Square Ventures, lo ha estudiado minuciosamente y sentencia: “No es una cuestión de capacidad económica, sino de redistribución. Una renta básica es una forma de redistribución directa”. Todos los especialistas que ofrecen su testimonio en la película están de acuerdo. Entonces, “¿por qué aceptamos la pobreza mientras hay superproducción?”
Los motivos son casi tan obvios como la idea misma de una renta básica universal. “Que la gente perciba el cambio como algo factible, esa es la clave. Ahora nos estamos dando cuenta de que la renta básica es una cuestión cultural y para que la gente tome conciencia hace falta tiempo. Y el mundo cambiará”, asegura Götz Werner, fundador de la cadena de supermercados más grande de Europa. Naturalmente, hay una enérgica oposición política. “Los sindicatos se oponen porque amenaza su existencia”, dice el politólogo Charles Murray. “La derecha cree que desincentiva el trabajo y la izquierda no confía en que la gente pueda tomar decisiones”, añade la economista y académica Evelyn Forget.
"El sistema es el que genera pereza"
“La gente quiere poder, por eso no quieren la renta básica garantizada”, dice Werner. “Se puede financiar, pero no quieren dar el control a la gente”, añade el empresario suizo Daniel Hani, creador de Iniciativa para una Renta Básica. “Las élites son enormemente condescendientes con la gente normal –afirma Murray-. Ellos saben más, ellos pueden ayudar. Seguro que todos esos obreros harán tonterías si les dan el dinero sin más”. La solución, como explica el activista berlinés Michael Bohmeyer, está en la confianza, “para introducir la renta básica universal debemos confiar más en los demás seres humanos. ¿Por qué no confiamos lo suficiente? Yo desconfío porque me he criado en la escasez. Hay que superarlo y hay que incluir también a las personas a las que les va bien, aunque no necesiten el dinero”.
“La seguridad de tener unos ingresos permitía perseguir sueños y convertirse en emprendedores de éxito”
Si la renta básica universal está al alcance de la mano, si somos capaces de creer que es posible y de confiar en los otros, si millones de seres humanos del planeta nos empeñamos en esta revolución y vencemos la resistencia de los poderosos, solo queda una preguntar que responder: ¿trabajaríamos si nos pagaran simplemente por existir? “El sistema es el que genera pereza”, asegura Michael Bohmeyer. El director de loterías de Austria, Friedrich Stickler, lo confirma. “La vida de los premiados no cambia sustancialmente aunque saben que tienen la vida resuelta y muchos hacen cosas a las que no se atrevían antes y se convierten en emprendedores muy beneficiosos”. Un grupo de científicos que estudió este asunto, sentencia: “La seguridad de tener unos ingresos permitía perseguir sueños y convertirse en emprendedores de éxito”. Y mucho más importante, la posibilidad de decir que no a abusos en el trabajo, porque el individuo dispone de una renta que nadie le puede quitar, significaría libertad.
"Tener dinero es mejor que ser pobre"
Como dicen Woody Allen, “tener dinero es mejor que ser pobre, al menos económicamente”. Los habitantes de algunos rincones del mundo donde se han hecho experimentos con una renta básica garantizada lo avalan. La película de Christian Tod recoge el testimonio de los habitantes de Alaska, donde el gobernador Jay Hammond propuso un Fondo Permanente de Alsaka que se mantiene. “Esto se pone cada vez peor, sería fantástico que nuestros hijos pudieran llevar una vida como la nuestra”.
En Canadá se hizo el experimento del Mincome en Dauphine, Manitoba, entre 1974 y 1978; también en Nueva Jersey, Seattle y Denver, aunque Ronald Reagan suspendió las iniciativas. Y en Namibia, el país con la distribución de riqueza más desigual del mundo a principios del siglo XXI, una comisión encomendó al obispo luterano Kaameta que pusiera en marcha un proyecto de renta mínima garantizada en el poblado de Otjivero. “Los años en que se hizo –dice Kaameta- demostraron que cambiaba la vida de la gente, la idea de que se hacen perezosos no es verdad. El empleo creció un 25% y los ingresos casi se doblaron”.
Los expertos coinciden, ha llegado el momento de luchar por conseguir la renta básica universal. “¡Basta de mimar ya a los ricos!” clama el multimillonario Buffet. “¿Y cuál será el reto entonces?” pregunta su interlocutor al capitán Picard: “El reto, señor Hoffmanhaus, es mejorarse a uno mismo, crecer. Disfrútelo”
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