'Narrativas ocultas' o cómo ilustrar el dolor y la violencia contra las mujeres con fotografías

En Sevilla se muestran estos días en la Real Fábrica de Artillería fotografías de Isabel Muñoz y Susan Meiselas. El trabajo que estas dos espléndidas artistas, de profunda y reconocida trayectoria, han traído a Sevilla en Narrativas Ocultas, exposición comisariada por Reyes Abad, es radical, va a la raíz, expone, en un contraste radiante, con toda crudeza —y elegancia e imaginación— la violencia contra las mujeres, y la fortaleza, la supervivencia y la "restitución de la vida": "Herida, cicatriz y normalidad", resume Abad el ciclo. 

La propuesta de Muñoz y Meiselas es al mismo tiempo una propuesta estética y una propuesta ética, que parece responder a una pregunta que planteó Abad en un encuentro el jueves pasado: ¿Cómo representar el dolor en un mundo marcado por las exigencias de la perfección? "A pesar del sufrimiento, estas mujeres son ejemplo de fuerza, supervivencia y esperanza", expone Abad.

Las fotografías recorren los paisajes humanos que van de San Francisco, donde Meiselas indagó con Archivos del abuso en la violencia de la mano de la policía, cuando nadie lo hacía, pasando por Inglaterra, hasta el Congo, donde Muñoz enfrentó el reto de la utilidad del arte, de su función social. "El arte nos permite vivir. A través del arte he encontrado la forma de contar historias. Me gusta hablar de luz y de esperanza. En este trabajo, las mujeres del Congo [avanzan] hacia la esperanza. El ser humano no puede vivir sin esperanza. Yo creo en ella", dice Muñoz a Público.

La fotografia estudia la luz, depende de la luz. "Hay muchas luces, la luz del ser humano. El ser humano es una maravilla. Somos capaces todos, de lo mejor y de lo peor. La luz y la oscuridad están juntas. Hasta en los momentos más duros, hay luz buscas esa luz. La fotografía es luz". Es una paradoja de la fotografía, esa mezcla entre luz y oscuridad, otra es fijar en una imagen lo que es dinámico y, posteriormente, transmitir dinamismo a partir de esa lámina fija. "Con la imagen fija puedes hablar de movimiento y de emociones. La fotografía no miente nunca", afirma Muñoz.

"En España —reflexiona Muñoz, que ha viajado durante años por el mundo entero— somos unas privilegiadas. Yo vengo de una generación que vivió lo que tuvo que vivir. A partir de los 80 hubo un cambio drástico. También tengo que decir que hay que seguir luchando para seguir mejorando". Muñoz destaca también el papel de los referentes: "Una forma de empoderar es ver que hay mujeres que salen adelante: eso te da la fuerza para decir, yo también"

En la exposición hay "un factor común, la violencia contra la mujer, que en contextos socioculturales distintos se repite el mismo patrón. Tanto por los casos individuales como por cómo esas sociedades abordan", expuso la comisaria Abad en un encuentro con estudiantes el pasado jueves. "La violencia sexual y machista es un virus que se sofistica y se adapta", añadió.

Despertar conciencias: lo que no se quiere ver

La propuesta de Meiselas, autora de la icónica fotografía Molotov Man, tal y como la ha contenido Abad en la fábrica de Artillería, que no es un espacio fácil, encaja de golpe con la temática de las fotos y acentúa el mensaje, el horror. "Esas habitaciones de sufrimiento, de las que no puedes escapar, en las que a veces te cuesta ver la luz. Está muy bien reflejado", reflexiona Muñoz en conversación con Público. 

Relacionado con este tema

Antonio Manuel: "Andalucía es una potencia en creadores y hay una desproporción con la industria"

Raúl Bocanegra

Meiselas y Muñoz son dos artistas originales, únicas, con una narrativa propia, que trata de despertar conciencias. De algún modo, por esa vía, ese contraste de las miradas encuentra un encaje común: "Las dos somos contadoras de historias, hemos buscado una forma personal para contarlas. La magia de la fotografía es que cada fotógrafo va a contar la historia a su manera".

"Me gustaría —considera Muñoz— que [la exposición traslade] más de un mensaje. Los seres humanos llevamos tantas mochilas que muchas veces hay cosas que no queremos ver. Hay que buscar la forma de contar esta historia para que el otro no la rechace y la pueda ver. Y se haga las preguntas. A través del arte y de la belleza, eso se puede conseguir. Hablamos del Congo, de la importancia de los derechos humanos. Y aquí contamos lo que pasa cuando no existen".

Relacionado con este tema

La Fuga, 20 años dando guerra en Sevilla: "Toda librería es política"

Raúl Bocanegra

"Queremos que este proyecto inspire, emocione y genere conciencia sobre la necesidad de construir un mundo más justo e inclusivo. Narrativas Ocultas es un puente entre el arte y el activismo, y un ejemplo de cómo la cultura puede impactar positivamente en nuestra sociedad”, manifestó el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP) en la inauguración.