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Muere a los 104 años Olivia de Havilland, la última estrella de la edad dorada de Hollywood

La actriz ha muerto por causas naturales en su casa de París, donde vivía desde hace más de 60 años.

Olivia de Havilland a los 103 años: la última superviviente del Hollywood clásico
Con la muerte de Kirk Douglas se sume en la niebla el recuerdo de un Hollywood dorado donde, como decía el lema de la Metro-Godwyn-Mayer, había más estrellas que en el cielo. Sobrevive, con 103 años, Olivia de Havilland. Icono universal por su papel en Lo que el viento se llevó y para los arqueólogos cinematográficos por sus películas de aventuras junto a Errol Flynn, fuera El capitán Blood o La carga de la brigada ligera.

efe

La actriz Olivia de Havilland, protagonista de la legendaria Gone With de Wind (1939), falleció hoy a los 104 años, informaron este domingo medios locales que citan a su publicista Lisa Goldberg.

Havilland, ganadora de dos premios Óscar, murió por causas naturales en su casa de París (Francia), donde vivía desde hace más de 60 años.

Aunque ganó las preciadas estatuillas por sus papeles en To Each His Own (1946) y The Heiress (1949), el personaje con el que quedó inmortalizada en el celuloide fue el de la estoica Melanie Hamilton en el clásico Gone With de Wind (Lo que el viento se llevó) con el que, curiosamente, no ganó reconocimientos.

Otra de sus interpretaciones más celebradas fue su papel en The Snake Pit (1948), una de las primeras cintas de Hollywood que representó las enfermedades mentales y que supuso uno de los mayores retos de su carrera.

Pero, además, De Havilland marcó un punto de inflexión en la industria cinematográfica al ser una de las primeras actrices que llevó a juicio a su estudio, Warner Bros., en 1943 para liberarse de los aspectos más abusivos de su contrato.

Por aquel entonces, en Hollywood reinaba el conocido star-system en el que los grandes estudios pulían a sus estrellas a cambio de controlar al máximo aspectos de su vida laboral y personal.

La demanda prosperó y cambió para sus compañeros de profesión un punto por el que los estudios podían pausar los contratos de sus intérpretes si no trabajaban y alargar las condiciones de exclusividad más allá del tiempo firmado. En Hollywood esta decisión se conoce como The De Havilland Decision (La Decisión de De Havilland).

"Nadie pensó que ganaría, pero después de hacerlo, llegaron flores, cartas y telegramas de mis compañeros actores. Esto fue maravillosamente gratificante", recordó la actriz en una entrevista de 1992. Aunque se mantuvo vinculada con Hollywood, De Havilland vivió desde mediados del siglo XX en Francia, país donde recibió diversas condecoraciones. 

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