Este artículo se publicó hace 6 años.
Femenino PluralPares sueltos: teatro inclusivo con energía femenina
Patricia Ruiz dirige a la compañía de Violeta Fatás y Letizia Solanas, que une el arte dramático con la diversidad, en “Polvo”, una obra de danza y teatro que explora sobre lo efímero, la pérdida, la ausencia y el misterio
Zaragoza-
¿Es posible interpretar danza en silla de ruedas? Sí, claro. Y “Polvo”, de la compañía zaragozana Pares Sueltos, especializada en el teatro inclusivo, que enlaza el arte dramático con la inclusión de personas con discapacidad, ofrece la posibilidad de comprobarlo con el personaje que interpreta la barcelonesa Patricia Carmona.
La obra, dirigida por la coreógrafa madrileña Patricia Ruz y estrenada en el festival Zaragoza a Escena, parte de los cuatro elementos del conocido verso de José Antonio Labordeta (polvo, niebla, viento y sol), cada uno encarnado en uno de los actores y bailarines, para trazar un recorrido metafórico por lo efímero de la existencia y de la materia. “Los demás elementos se disuelven y queda el polvo. Es una metáfora de la vida, de la ausencia, la pérdida y el misterio”, señala Ruz.
En el proyecto, que tiene el apoyo del Patronato Municipal de Teatro de Zaragoza, participan la productora madrileña Carme Diem y Pares Sueltos, compañía a la que el consistorio propuso incorporar al festival el teatro inclusivo al ser la única de Zaragoza que trabaja esa especialidad.
Pares Sueltos, que nació como un proyecto de investigación y creación en artes escénicas en el que la diversidad actúa como motor del grupo, fue fundada hace cuatro años por Letizia Solanas, actriz y educadora que durante seis años ha coordinado un centro de tiempo libre para personas con discapacidad de Atades, y Violeta Fatás, bailarina y que también trabaja en la accesibilidad audiovisual para personas con diversidad funcional.
Esta es su primera obra larga, aunque han representado varias de menor duración con los actores, con discapacidad y sin ella, con los que trabajan en talleres, y con los que han actuado en festivales como Pirineos Sur, Danza Mínima, Escena Mobile o Diversario. “Nuestro primer objetivo no es la accesibilidad, sino que va implícita”, anota Solanas.
También trabajan como consultoría de accesibilidad, materia en la que están realizando estudios desde el punto de vista del artista en locales públicos como teatros y centros cívicos de Zaragoza.
“Es un proceso creativo lento”
“Se trata de incorporar a personas con discapacidad, de cruzar ese mundo con el del arte dramático”, explica Fatás, que anota que “muchas veces la gente con diversidad funcional no tiene acceso a formación artística”.
“En los últimos años, además de seguir formándonos, hemos realizado talleres en los barrios de Zaragoza y hemos tenido alguna ayuda del Patronato de Teatro. Se nota que hay apoyo de las instituciones, pero es un proceso creativo lento”, señala Fatás. La presencia femenina es en ellos mayor que la masculina, como ocurre en buena parte de las manifestaciones culturales.
En el caso de “Polvo”, cuyo reparto completa el dramaturgo y actor Mariano Anós, “la mayor parte es acción, poética del movimiento”, señala Fatás. En la obra destaca la participación de Patricia Carmona, que se desplaza en silla de ruedas.
“Teníamos claro que queríamos trabajar con ella”, apunta Solanas. “Nos conocíamos de haber coincidido en varios talleres de formación, las tres nos hemos formado mucho”, anota Carmona.Carmona, fundadora del colectivo barcelonés de danza y teatro Liant la Troca, es, además de actriz y bailarina (ha participado en más de medio centenar de obras desde 2010, principalmente en espacios abiertos), activista de las alianzas feministas de las personas con discapacidad.
En esa faceta, intervino en la película “Vivir y otras ficciones”, que explora la vida sexual de las personas con diversidad funcional. También lo hizo en el cortometraje “Nexo”, que narra la historia de un ciclista que sufre amnesia tras un accidente.
“No teníamos nada, fue encontrarnos y comenzar”
La obra se gestó en cuatro encuentros de varios días, a partir de diciembre. “Al principio no teníamos nada, fue encontrarnos y empezar. Comenzamos improvisando sobre la vida y la muerte a partir de un sombrero que trajo Mariano”, cuenta Solanas.
El texto final, creado entre los cuatro actores y la directora, incluye una pieza de Anós sobre el polvo, otra de Fatás sobre el apego, cuya interpretación se basa en el movimiento de las manos), además de otra sobre la niebla. “Soplaba el viento en mi cuerpo como un aliento de vida, mientras el sol aparecía entre la niebla para ver otra realidad y sentí, que todo se convertía en polvo. En polvo”, dice en uno de sus pasajes principales.
“Polvo’ tiene un montaje sencillo, con muy pocos objetos, y un reparto escueto, de cuatro peersonas. Tener poco supone un esfuerzo creativo. Ver la nada abre las puertas y muestra la belleza del vacío y su presencia”, señala Ruz. “También incluye elementos de humor, que también forma parte de la vida”, añade Anós, que describe la obra como “una expresión continua de emociones que van variando”.
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