Entrevista a Eva Orúe"Ser directora de la Feria del Libro es como ser alcaldesa de un pueblo durante 17 días"
Elena Ortuño Vidal
Madrid--Actualizado a
Como periodista, su biografía discurre entre la prensa, la radio y la televisión, pero también por Reino Unido, Rusia y Francia. Como escritora, ha dejado su firma impresa en el libro La segunda oportunidad, así como en otros títulos de autoría bicéfala. Como pionera, Eva Orúe es la primera mujer que ocupa la dirección de la Feria del Libro de Madrid en 80 años de historia. Este 26 de mayo comienza la segunda edición bajo su mando, un reto que Orúe ha acogido con un cerebro bullicioso y lleno de ideas que poner en marcha.
¿Cómo empezó su relación con los libros?
Cuando yo era pequeña, se acababa la televisión a las 17.30 y hasta las 20.00 no volvía a haber nada, la única posibilidad para divertirse era leer. Creo que lo teníamos mucho más fácil entonces que lo que lo tiene la gente joven ahora.
En muchas ocasiones he encontrado en los libros la mejor manera de entrar, por ejemplo, en los países donde he trabajado. Luego llegué incluso a publicar libros, lo que me ha hecho sentir como si pasara al otro lado del espejo.
En algún momento de mi vida profesional monté una agencia y una de sus ramas era promoción editorial. Por tanto, digamos que soy lectora, he escrito libros y además me he dedicado a promocionarlos. Y de ahí viene mi relación con los libros: del amor por la lectura y por los libros y, bueno, también de que fui una ganapán durante algún tiempo.
¿Fue ese amor por los libros, por leer, e incluso por escribir, lo que le llevó a estudiar periodismo?
Si te digo la verdad, no sé qué me llevó a estudiar periodismo, porque en mi familia no había ningún antecedente. Mi madre aseguraba que yo con 13 años lo tenía ya clarísimo. Yo creo más bien que mi vocación periodística tiene que ver con el hecho de que nací en la dictadura, en el 62, y llegó un momento en que fui algo consciente de lo que estaba pasando en el país. Yo tenía familia en Francia, los veía y me contaban cosas. Entonces creo que tuvo más que ver con contar lo que estaba pasando que con los libros y las letras exactamente.
¿Y qué fue lo que le impulsó a tomar la decisión de presentarse al cargo de directora de la feria?
Esto tiene algo de confesión. Yo seguía teniendo mi agencia de comunicación y participaba en tertulias políticas en televisión, pero estaba un poco cansada de eso. De hecho, estaba a punto de dejarlo todo. Había mirado casas y me iba a ir a la playa, una chifladura. Y entonces el gremio de libreros de Madrid, que es el titular de la feria, en lugar de elegir al nuevo director abrió una convocatoria para que se presentase quien quisiera. Recuerdo que pensé que era una buena idea, porque siempre está bien abrir las ventanas y las puertas para que las instituciones se cambien.
"Siempre está bien abrir las ventanas y las puertas para que las instituciones se cambien"
Otra persona me dijo: "Piénsatelo, porque buscan un perfil parecido al tuyo". Yo pensé: "No tengo nada que perder y por lo menos aprendo algo". Pero con sinceridad, no es falsa modestia, pero de verdad que no me imaginaba que sería yo.
¿Y qué significa para usted ser la primera mujer en el cargo?
Romper con una anomalía, ¿no? En general, ser la primera mujer en algo a estas alturas de la historia es raro, pero mucho más en un sector tan feminizado como el sector editorial. Que hasta ahora no hubiera habido ninguna directora en la Feria del Libro de Madrid, cuando sí que lo ha habido, por ejemplo, en el gremio de libreros, era una cosa rara.
A mí me alegra haber sido la primera simplemente por el hecho de romper una barrera pequeña, pero quedan por romper muchas más. En algún momento será alguien que no haya nacido en España o un inmigrante de segunda generación... Hay que romper esas barreras poco a poco. A mí me tocó romper esta.
"En algún momento será alguien que no haya nacido en España o un inmigrante de segunda generación"
¿Qué es lo más satisfactorio de ser la directora de la Feria del Libro?
Mi hermana siempre me decía que dirigir un hotel es como ser alcalde de un lugar pequeño. Bueno, pues ser directora de la Feria del Libro es como ser alcaldesa de un pueblo durante 17 días. Lo que más satisfacción me dio el año pasado, que fue mi primera experiencia como directora, fue ver la cantidad de vida que hay dentro de la feria. Porque sí, hay librerías, hay editoriales, hay actividades, pero también tenemos un banco, baños, antena de telefonía, tres bares... Hay libros y autores, pero en realidad están allí como el decorado de la vida que transcurre en la feria. Pasan muchas cosas que no están estrictamente relacionadas con los libros. No sé si es lo mejor, pero me divierte. Es curioso.
¿Y qué es para usted la feria?
Profesionalmente es una especie de sueño que nunca soñé, porque en noviembre de 2021, cuando me presenté, jamás había pasado por mi cabeza que podía ni siquiera trabajar en la Feria del Libro y mucho menos dirigirla.
"Jamás había pasado por mi cabeza que podía ni siquiera trabajar en la Feria del Libro y mucho menos dirigirla"
Una vez ya dentro yo diría que tiene algo de milagro. No quiero ponerme mística ni nada parecido, pero que se pueda montar en el parque de El Retiro lo que se monta en tres semanas, que acuda gente de toda España, libreros madrileños, editores de todo el país, instituciones e incluso países extranjeros, y que toda esa gente monte algo que atraiga, como el año pasado, a tres millones de visitas, es una especie de prodigio en un país en el que decimos que la gente no lee y no visita las librerías.
¿Cree que es verdad que las nuevas generaciones leen menos?
Los estudios no dicen eso, los estudios dicen que la gente joven lee y lee en papel, matiz que es interesante para una feria como la nuestra, que es una feria del libro en papel. Lo que dicen los estudios es que, llegado un momento, dejan de leer o empiezan a leer menos. Yo supongo que eso tiene que ver con que llega un momento en que los entretenimientos son más y menos exigentes. Es más fácil sentarse a ver una serie que a leer un libro.
Dicho esto, los jóvenes leen, leen en papel y lo que sí que ocurre es que leen géneros que a lo mejor a los mayores no nos gustan tanto o estamos menos acostumbrados a ellos. Leen mucha novela romántica, mangas y cómics y son muy aficionados a leer series completas.
No leen lo que a nosotros nos gustaría que leyeran, pero leen y para mí eso es lo importante. Siempre se comienza por algo, ¿no? Yo siempre digo que la primera lectura que me gustó fueron Los tres investigadores y vete tú a buscar Los tres investigadores en la historia de la literatura.
¿Cuál es su apuesta personal para esta feria del libro?
"La idea es que el protagonista de la feria de este año sea la ciencia"
Este año tenemos una triple apuesta. Una tiene que ver con el calor, porque vamos a poner toldos para que la gente lo pase un poquito mejor.
Otra tiene que ver con el diseño de la parte central de la feria. Necesitábamos ganar para los libros la zona central, donde hasta ahora estaban los pabellones y stands. Lo que hemos hecho este año es un diseño específico que permitirá que el año que viene exponga más gente.
Y la tercera apuesta tiene que ver con el hecho de que prescindimos de tener un país invitado. Eso no quiere decir que no haya países invitados, porque tenemos muchos en la feria. La idea es que el protagonista de la feria de este año sea la ciencia, que ilumina la feria.
¿Por qué la ciencia?
Era una idea que ya me rondaba desde el año pasado, queremos que sea materia de debates y reflexión. Yo creo que, como decía Santiago Ramón y Cajal, a la cultura española le falla la rueda de la ciencia. En el mundo editorial la ciencia tiene una presencia muy importante, y sin libros, por lo menos hasta la erupción de internet, no hay ciencia.
Es como romper con la lucha eterna entre ciencias y letras, ¿no?
Sí, yo creo que soy muy de letras en el peor sentido de la expresión. Utilizo lo de "soy de letras" cuando me equivoco en alguna suma. Mi pareja, que es médico, dice que es tan ignorante el médico que no ha leído El Quijote como el escritor o el periodista que no sabe dónde tiene el hígado. Razón no le falta. Yo creo que cada vez es más raro que alguien sea solo de letras o de ciencias. Yo creo que lo interesante es la mezcla.
Comentó en una rueda de prensa que el cartel de este año recordaba a la tradición de Madrid de sacar los libros a la calle. ¿Por qué cree que triunfa esa tradición?
No somos la única ciudad en la que se venden libros en la calle. En París, en las orillas del Sena, están los buquinistas, que tienen la cuesta de Moyano parisina. Esta idea de que el libro viejo encuentra una segunda oportunidad en la calle es buena. Lo peculiar de las ferias españolas es que sale el libro de novedad.
Las editoriales vienen a la feria con su catálogo, pero es una feria del libro nuevo. ¿Por qué? Porque uno de cada dos españoles no ha entrado nunca en una librería, o dice que no lo hace. Quizá porque les impone demasiado respeto.
Entonces, sospecho que cuando en 1933 alguien dijo de hacer una feria, ese alguien pensó: "Si los españoles no acuden a las librerías, saquemos los libros a las calles". Claro, en aquel entonces había mucho analfabetismo, pero esa idea básica que se puso en marcha en el 33 con diez editoriales y un 10% de descuento en los libros es la que se ha mantenido a lo largo de los años.
En 1933 alguien dijo: "Si los españoles no acuden a las librerías, saquemos los libros a las calles"
En ese tiempo los españoles han aprendido a leer y a amar los libros y la oferta se ha multiplicado. Yo creo que ahora mismo para los madrileños la feria es una cita obligada. Y en muchos sentidos el año pasado tuve la sensación de que la gente esperaba la feria con ganas. Les entusiasma venir.
¿Y cómo cree que las elecciones del 28M pueden influir en esta ya tradicional feria?
De entrada, nosotros con el consistorio nuevo tendremos que negociar nuestra continuidad en El Retiro, porque el convenio firmado con el Ayuntamiento solo aplica para este año y el que viene. Así que tendremos que trabajar con el que venga.
Nosotros hemos mantenido ya una reunión con los responsables de Cultura de los distintos grupos políticos que hay en el Ayuntamiento y tengo la sensación de que nadie se plantea la salida de la feria de El Retiro. Dicho esto, para garantizar que seguimos en allí no basta solo con que nos digan "nos caéis bien, quedaos aquí". Hay que tener en cuenta que estamos en un parque público que es patrimonio mundial. Es decir, no vale con que Cultura esté de acuerdo en que ese es un buen sitio, necesitamos que Medio Ambiente y Patrimonio nos apoyen.
¿Se imagina la feria del libro en otro lugar?
Yo no, porque yo no la he visto en otro sitio. La feria del libro está en El Retiro desde el 67. Además, es cierto que Madrid tiene muchos espacios públicos abiertos como Casa de Campo o Madrid Río, con un ambiente parecido, pero no son El Retiro. El Retiro es el salón de Madrid y toda la gente que viene o que vive en Madrid antes o después pasa por ese salón.
En un sitio cerrado no podría estar, porque el paseo, los árboles, el cantar de los pájaros... Es fundamental tanto el ambiente que El Retiro genera como el sitio en el que se encuentra, porque estamos rodeados de estaciones de tren y de metro y de líneas de autobús. En ese entorno de pronto aparece durante 17 días una seta magnífica que es la Feria del Libro. Somos como el elemento extraño del paisaje, pero no queremos dejar de aprovechar el hecho de estar ahí.
"El Retiro es el salón de Madrid y toda la gente que viene o que vive en Madrid antes o después pasa por ese salón"
Para terminar, ¿qué recomendaría a los visitantes de la feria para que la aprovechen durante estos días?
Yo les recomendaría que vinieran un lunes, un martes o un miércoles, se lo pediría, de hecho. Son los días en los que la feria es más tranquila, sobre todo para aquellos que van a buscar de verdad libros y no tanto la firma de un autor conocido. También les pediría que se preparen la visita antes y que en función de lo que quieran hacer elijan su día.
Una vez allí, yo les recomendaría que se dejen llevar un poco, porque si vas directamente a la caseta 77 o a la 45 te pierdes cosas de por medio. La feria es sorpresa también. Es pasear por delante de un sitio en donde están firmando ejemplares o pasar por un pabellón y ver que está dando una charla Javier Gomá o Marta Sánchez. Entonces, que se preparen la feria, pero también que se dejen llevar.
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