Alicia, perdida en el país de Tim Burton

Al fin llega a las salas españolas Alicia en el País de las Maravillas . La versión del clásico de Lewis Carroll que Tim Burton ha rodado para Disney es uno de los estrenos más esperados del año que volverá a evidenciar la fuerza del 3D en la taquilla.

La nueva adaptación de Alicia que llega este fin de semana a las carteleras españolas se basa más en la segunda obra de Carroll, A través del espejo, que en la primera y mucho más popular entrega. De hecho, la historia de la película es la del regreso de la joven Alicia al País de las Maravillas que visitó cuando era tan solo una niña.

La protagonista no recuerda nada ni nadie de su primer viaje, pero, arrastrada por el entusiasmo y la locura de los personajes que pueblan aquellos lares, comenzará su aventura. Su destino no es otro que derrotar a Iracunda, la malvada Reina Roja, y devolver la corona del País de las Maravillas a la Reina Blanca.

La hasta ahora desconocida Mia Wasikowska encabeza un reparto en el que destacan la actriz fetiche y esposa del director Helena Bonham Carter, que da vida a la Reina Roja; Anne Hathaway como la Reina Blanca; o Michael Sheen poniéndo voz al Conejo Blanco. Mención especial merece Johnny Depp, que bajo la chistera del sombrerero loco es una de las grandes bazas del film en el que es ya su séptimo trabajo a las órdenes del director.

La Alicia de Burton llega a los cines europeos un mes más tarde de su estreno en Estados Unidos debido al polémico enfrentamiento entre Disney los exhibidores por la fecha de lanzamiento del DVD. A nivel mundial, la cinta ha cosechado cerca de 800 millones de dólares y ya es el cuarto título que más ha recaudado en la historia de la factoría del ratón Mickey.

Su visionado en 3D llega a ser por momentos sencillamente espectacular

Pero, aunque no se puede decir que las cifras sean ni mucho menos discretas, lo cierto es que la repercusión y el poso que ha dejado la Alicia de Burton es menor que la desmedida expectación que viene generando el proyecto desde que se anunció hace un par de años.

Innegable es su riqueza visual, que en su visionado en 3D llega a ser por momentos sencillamente espectacular. Burton dibuja los personajes de Carroll como muchos los imaginamos antes de tener nuestra mente contaminada por cómics, películas o series de televisión.

Y los coloca en marcos que llevan su sello propio: la innegable y reconocible factura burtoniana caracterizada por el gusto por el detalle y el equilibro entre la fantasía y la tiniebla. El director se recrea y deleita al respetable a la hora de componer paisajes y escenarios de ensueño y también, y como es propio de Burton, de pesadilla.

Pero bajo ese delicioso envoltorio, que por sí solo ya justifica pagar una entrada... falta algo. La tierna y condescendiente mano de Disney se nota en el guión, especialmente en algunos diálogos. No el vano el libreto lo firma Linda Woolverton, guionista de El Rey León, Mulán o La Bella y la Bestia. Pero no es ese el mayor déficit. La película adolece del espíritu que impregna toda la obra de Carroll. Le falta alma.

Un alma que era el principal valor de otras producciones burtonianas como Eduardo Manostijeras, Big Fish o su notable adaptación de Batman. Con esto, y con otros defectos, esta Alicia es una bacanal visual digna de estar entre los diez hitos cinematográficos del año y, para los incondicionales de Burton, incluso de la década.