Este artículo se publicó hace 3 años.
Jeff Bezos deja la dirección de Amazon para ir al espacio, pero no será pionero
En la loca carrera de multimillonarios por privatizar los transportes espaciales, el fundador de Amazon cumple lo que anunció en febrero y abandona la presidencia ejecutiva de Amazon el día del 27 cumpleaños de su empresa para irse en 15 días a pasearse por el espacio. Sin embargo, no será el primer vuelo turístico suborbital: cuatro días antes despegará uno de sus rivales, Richard Benson, a bordo de una nave de su compañía Virgin Galactic.
Madrid-Actualizado a
El fundador de Amazon Jeff Bezos ha dejado su puesto como consejero delegado en la compañía, justo el día en el que la multinacional cumple 27 años y tal y como anunció el pasado febrero. Así, el hombre más rico del mundo se centrará en su inminente vuelo suborbital, en una apasionante carrera de multimillonarios de internet por inaugurar —y privatizar— los vuelos turísticos al espacio.
La compañía apuesta por la continuidad; el nuevo consejero delegado de Amazon, Andy Jassy, es un hombre de la casa y de la máxima confianza de Bezos. Hasta la fecha, Jassy dirigía la división de servicios en la nube Amazon Web Services (AWS), la más rentable de la multinacional.
Dentro de 15 días, el 20 de julio, Jeff Bezos y su hermano Mark volarán en el primer vuelo espacial con tripulación de su compañía de cohetes Blue Origin. También la piloto Wally Funk, de 82 años y la primera instructora de vuelo estadounidense de la historia; ella trató de acceder en la década de 1960 al programa de astronautas de la NASA y del que fue rechazada por ser mujer. Un cuarto pasajero pagó 28 millones de dólares en una subasta lanzada por Blue Origin por un asiento en este histórico vuelo.
Al igual que sus compañeros multimillonarios Elon Musk y Richard Branson, ha invertido miles de millones de dólares en su empresa de cohetes, todo un impulso a la privatización del transporte espacial. Bezos iba a ser el primero de los tres en viajar al espacio en un cohete desarrollado por su propia empresa, recuerda Reuters, pero el marketing manda y el británico Branson ha adelantado el lanzamiento de su vehículo al 11 de julio.
De hecho, el de Branson será el primer vuelo de Virgin Galactic en llevar una tripulación completa de cuatro especialistas en misiones en la cabina. Virgin Galactic ha comercializado más de 600 pasajes al espacio a un precio de unos 200.000 dólares, y desde el mes pasado tiene licencia de la Agencia Federal de la Aviación de EEUU para llevar pasajeros al espacio.
El gigante sigue creciendo
Bezos se retirará así de su puesto al frente de su compañía (aunque, como hizo Bill Gates en Microsoft, conservará un cierto poder dentro de ella) pocos días antes de que Amazon publique sus cuentas del segundo trimestre, previstas para finales de julio. En los tres primeros meses de 2021, la compañía logró un beneficio neto de 8.107 millones de dólares (6.839 millones de euros), más de tres veces las ganancias contabilizadas por la multinacional en el mismo periodo de 2020.
Mientras que Jeff Bezos quiere volar muy por encima de las nubes, es precisamente la división de servicios 'en la nube' del gigante (basados en sus mastodónticos centros de datos) la que más rentabilidad aporta al grupo: AWS aumentó la facturación durante el pasado año un 30% hasta los 45.370 millones de dólares (38.000 millones de dólares), y contribuyó, con 13.531 millones, a más de la mitad del beneficio neto de la compañía.
No obstante, el fundador de Amazon deja muchos grandes problemas sin resolver o con un futuro incierto. La compañía, junto con las grandes de internet (los llamados GAFA) se enfrentan tanto en EEUU como en Europa a serios problemas de competencia por su comportamiento monopolístico.
Como bien resume esta nota en El Confidencial , Amazon no sólo da soporte a un tercio de todas las páginas web del mundo, sino que ha acaparado una enorme porción del mercado de la compra-venta online, hasta el punto de que cualquier decisión que tome la compañía afecta a una multitud de empresas de todos los tamaños, sobre todo en EEUU.
De hecho, su infraestructura logística y su inmensa oferta de producto (propia y de terceros) mantienen a Amazon en la cima de las compañías más valoradas en Bolsa.
Otro punto delicado para esta nueva etapa de Amazon son las condiciones laborales de sus empleados en todo el mundo, un problema de imagen para la compañía pero un calvario para quieres reivindican sus derechos en la propia compañía.
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