Ideas para (no) regalar en Navidad
Perfumes, cosmética, ropa, juguetes y tecnología son los regalos estrella de estas fechas. Sin embargo, muchos de ellos pueden convertirse en un regalo envenenado. ¿Conoces los riesgos para la salud que puede entrañar comprarlos sin ton ni son? ¿Te gustaría saber cómo elegirlos con cabeza?
Madrid--Actualizado a
Qué maravilla ser tan sexy como ese ser despampanante y joven que baja unas escaleras doradas hasta una playa de arena blanca donde lo espera su también irresistible amante. Sí. Pero el perfume que anuncian no te va a llevar hasta allí. Más bien al contrario, es posible que esconda algún secreto desagradable.
Resulta que los ingredientes que usan algunas fragancias, como ptalatos o estireno, se han asociado a efectos indeseables para la salud. Lo mismo podría decirse de muchas de esas cremas antiedad, champús, mascarillas, serums, maquillaje, pintalabios... que tan apetecibles parecen en la publicidad.
“La ciencia ha encontrado en muchos cosméticos compuestos asociados a efectos de alteración hormonal, incluso, cancerígenos”, señala a Público Carlos de Prada, director de la iniciativa Hogar sin tóxicos, divulgador ambiental, Premio Global 500 de la ONU y Premio Nacional de Medio Ambiente.
Belleza, no a costa de la salud
“Es algo hoy reconocido que los productos de cuidado personal pueden contener sustancias potencialmente dañinas, como plastificantes, bisfenol A, parabenes, tintes sintéticos, benzofenonas, antimicrobianos, dioxano, formaldehido y metales pesados”, escriben investigadores de la Universidad de Auvernia (Francia) en un meta análisis donde examinaron la literatura científica al respecto.
En otro estudio, realizado en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California en Berkeley, tras examinar cosméticos usados por chicas adolescentes, encontraron ptalatos, triclosan y benzofenonas, potencialmente disruptores endocrinos.
Quizá por eso, algunos países europeos, como Dinamarca y Francia, han dirigido campañas de información a mujeres embarazadas, sobre el riesgo de exponerse a ciertos químicos de algunos cosméticos durante la gestación.
Eso no quiere decir que no podamos acicalarnos. Solo significa que quizá sea buena idea prestar más atención a las etiquetas y los ingredientes de lo que compramos. La iniciativa Campaign for Safe Cosmetics, de la organización Breast Cancer Prevention Partners, ha publicado una lista de los que deberíamos evitar a toda costa.
Otra medida es elegir productos en cuyo etiquetado informen estar libres de los tóxicos más conocidos: ptalatos, parabenes, triclosan y BP-3, según aconsejan los autores del estudio de la Universidad de California. Por su parte, De Prada aconseja “optar siempre por cosmética ecológica certificada”.
Ropa nueva... pero mejor, natural
¿Quién no aprovecha la carta a los Reyes Magos –y las rebajas que la siguen– para renovar armario? Antes, nos conviene saber que los tejidos sintéticos más habituales en las tiendas son derivados del petróleo con aditivos químicos antimanchas, antiarrugas, antiolor, repelentes de agua y grasa, ignífugos...
Son compuestos que, como nos explica el doctor Nicolás Olea, catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada y autor de multitud de estudios sobre el tema, “se pueden desprender y ser absorbidos por el cuerpo humano y ser tóxicos para el organismo”.
Algunos habituales de la ropa sintética son el formaldehído, usado como apresto para la ropa, el antimonio usado con frecuencia en el poliéster, los bifenilos policlorados y los PFA –sustancias perfluoroalquiladas que funcionan muy bien como antimanchas–, con un poco halagüeño abanico de riesgos para la salud, como alerta la Agencia Europea de Medioambiente.
Según De Prada, una apuesta segura son las prendas de tejidos naturales, con pocos tintes –algunos, como el Acid Black 10, atacan el ADN, según un estudio publicado en Chemosphere–, y si es con certificación ecológica, mejor todavía.
¿Qué puede haber de malo en un juguete?
Cuando están fabricados de plástico, pueden incluir disruptores endocrinos como el bisfenol A, según un estudio reciente publicado en PLOS One.
“La Comisión Europea halló graves deficiencias en la Directiva de seguridad de los juguetes y propuso ampliar la lista de tóxicos, que debería restringir todas las sustancias tóxicas, persistentes y bioacumulativas (PBT)”, nos explica De Prada.
En cualquier caso, como ocurre con la ropa, siempre serán más seguros para la salud los juguetes fabricados bajo la normativa europea que aquellos que vienen de países con restricciones más laxas o inexistentes en cuanto al uso de químicos de riesgo, como China.
No te dejes embaucar
No podemos terminar este artículo sin mencionar otro producto para niños que conviene evitar. ¿Tenías pensado comprarle su primer móvil? Pues, según advierte el presidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, Pedro Gorrotxategi, “es una fuente de problemas y no debería ser considerado como un regalo adecuado”.
Así que, por mucha ilusión que le haga a los pequeñajos, si son menores de 16 años y lo que nos interesa es su bienestar, es mejor elegir algo diferente, que no aumente su riesgo de padecer “retrasos del lenguaje, obesidad y sobrepeso, problemas visuales, alteraciones del sueño y problemas cardiovasculares a largo plazo”, alerta este pediatra.
Por no hablar de todos los contenidos violentos y pornográficos que las criaturas se ahorrarán si te rompes la cabeza en buscar un sustituto a ese smartphone que con tanto ahínco han pedido a los Reyes Magos.
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