Este artículo se publicó hace 16 años.
Wimbledon y el fenómeno Nadal: ¿nueva era en hierba para el tenis español?
Sacudidas las heridas del duro batacazo de París, el suizo Roger Federer regresa a Wimbledon, torneo en el que esgrime perfección y donde busca encadenar un sexto trofeo consecutivo, un objetivo que amenaza más que nunca el fenómeno Nadal, con ambiciones renovadas en hierba tras su triunfo en Queen's, y que persigue también este año un tercero en discordia en este pulso de campeones: el serbio Novak Djokovic.
Este último, el tercer favorito, ha logrado desviar la atención hacia otros derroteros ajenos a la batalla personal Roger-Rafa. Nuevos alicientes de cara a esta edición.
De los dieciséis españoles que compiten este año en el tercer "grande" de la temporada (11 en la categoría masculina y 5 chicas), las miras no se despegan del campeón balear, número 2 del mundo, tetracampeón de París y con una ambición sin límites. Hasta la fecha, el único hombre del circuito que puede tutear a Federer sin tartamudear.
Pero algo está cambiando en este deporte. Pese a que las casas de apuestas británicas hacen caja ante los que ponen su fe en la solvencia del inmutable Federer, la resolución del campeonato no está, ni mucho menos, decidida. Menos que nunca. El blanco de Nadal es el territorio sacrosanto del helvético.
¿Podría ser éste el año del español? El manacorense cuenta, desde luego, con muchos boletos. Sin olvidar, claro, al serbio Djokovic, ganador del Abierto de Australia, donde impuso su pericia ante el mismo Federer en las semifinales. Un jugador que va a más y que es capaz de todo si se encuentra en forma.
Por su parte, el zurdo de Manacor, rey absoluto en tierra, tiene ganas, talento, pegada y rebosa confianza, que afianzó hace sólo dos semanas al hacerse con su primer título sobre césped, en el torneo de Queen's, donde venció a Djokovic. Advertencia clara a Federer.
Es cierto que al primer cabeza de serie no le costó recuperarse en exceso del batacazo fatal que le asestó Nadal en París. El tercero consecutivo. Fue un golpe durísimo a su moral, pero no es la primera vez que Federer cae en una final y se recupera, como recordó este fin de semana el mallorquín. Y así, otra vez, el suizo ganó Halle sin dificultad. La clase del número uno.
Pero es cierto que tampoco se las tuvo que ver con tiburones como los que se interpusieron en el camino de su amigo Rafa en Queen's. Frente a los Berrer, Vacek, Baghdatis, Kiefe y Kolschreiber contra los que jugó Federer, están los Karlovic, Roddick y Djokovic que empapeló Nadal. Un dato que invita a la reflexión.
Ahora, el número 2 se estrenará en Wimbledon frente al alemán Andreas Beck, el número 123 del mundo, mientras que el eslovaco Dominik Hrbaty esperará al suizo Roger Federer en la primera ronda.
Y si Nadal mira a Federer con el respeto y la admiración de siempre, otros, mientras tanto, subrayan nuevos matices en este deporte. Nada menos que el ex tenista sueco Bjon Borg, una eminencia en la elite del tenis, que no ha dudado en apuntar al balear como su favorito en esta edición del selecto All England Club.
Federer, que de ganar este año mejoraría los cinco cetros de Borg (entre 1976 y 1980) ha comenzado a mostrar flaquezas. Y es más, la segunda opción para Borg es Novak Djokovic - cuyo primer escollo será el germano Michael Berrer-, quedando Federer en tercer lugar. El nórdico se frota ya las manos ante el Wimbledon "más abierto" que se recuerda en años.
¿Qué le pasa a Federer? Se palpa en el ambiente el creciente sentimiento de que el suizo se ha vuelto algo más vulnerable después de su contundente derrota ante Nadal y tras caer frente al serbio Novak Djokovic en las semifinales del Abierto de Australia.
Pese a su estilo incuestionable, un hecho innegable es que el de Basilea no ha logrado recuperar su mejor forma desde que enfermara con fiebre glandular hace seis meses. A partir de ahí, los patinazos y, desde entonces, ha perdido ocho encuentros en lo que va de año (tres más que en el 2006).
De los 173 partidos disputados en todos los "grandes" a lo largo de su carrera, la humillación ante el mallorquín en Roland Garros, cuando Rafa lo eliminó en tres sets sin casi despeinarse ha sido la que más le ha marcado. Ahí se vio a un Federer caído, disminuido, apabullado ante la raqueta del español, que sólo le permitió ganar cuatro juegos.
Un contraste poderoso con el ímpetu que se gasta el huracán Nadal. Éste, en cambio, va embalado. Acumula 11 victorias de los 17 duelos librados con el tenista suizo y se podría decir que su único momento de debilidad lo forzaron las heridas producidas en Roma el pasado mes.
Además del triunfo de Nadal en Queen's ante Djokovic, lo que cada vez está más claro es que la hierba ya no resulta tan resbaladiza al tenis español. Otro compatriota, David Ferrer, quinto favorito, se consagraba este sábado en el torneo holandés de Hertogenbosch, tras imponerse por 6-4 y 6-2 al francés Marc Gicquel, acumulando su segundo título de la temporada y el séptimo de su carrera. Su rival en Wimbledon será el ucraniano Stakhovski Sergiy.
En el cuadro femenino, por otro lado, la defensora al título en el césped de Londres, la estadounidense Venus Williams se enfrentará con la canadiense Naomi Cavaday en la fase inicial, mientras que la serbia Ana Ivanovic, flamante campeona en Roland Garros, número uno del mundo y otra de las grandes favoritas en este Wimbledon se medirá con la paraguaya Rossana De los Ríos.
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