Este artículo se publicó hace 16 años.
Wall Street toma un respiro al final de una semana histórica de caídas
La Bolsa de Wall Street tomó hoy un respiro al final de una semana en la que el mercado neoyorquino y otras plazas mundiales sufrieron caídas históricas y llevó a los índices Dow Jones y S&P 500 a perder algo más de un 18%.
Los inversores quedaron a la espera de comprobar si los países más desarrollados, reunidos en el Grupo de los Siete (G7), acuerdan este fin de semana alguna iniciativa nueva que indique un mayor deseo de atajar de forma coordinada una crisis de confianza en los mercados que quedó bien patente de nuevo este viernes.
El índice Dow Jones de Industriales, que agrupa a las mayores corporaciones de Estados Unidos, perdió hoy un 1,49% y un 18,2% en las cinco sesiones de esta semana y el selectivo S&P 500 retrocedió un 1,18%, para acumular una caída porcentual similar en la semana.
Esos dos índices han descendido un 40% respectivamente desde las cotas históricas que alcanzaron hace ahora un año.
El mercado electrónico Nasdaq terminó la sesión con una moderada alza del 0,27%, pero eso no evitó que acumulara una caída del 15,3% en la semana.
El presidente de EE.UU., George W. Bush, salió un día más a la escena pública para tratar de infundir algo de tranquilidad a los mercados y reiterar que Washington actúa con firmeza para resolver la crisis y en coordinación con otros Gobiernos del mundo.
Bush tiene previsto reunirse el sábado con los ministros de Economía del G-7, integrado por los países más desarrollados del mundo (EE.UU., Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Japón), un día después de que ese grupo de ministros iniciara sus contactos para analizar la situación actual.
El mandatario estadounidense recordó, además, que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, se reunirá con los ministros de Finanzas de las 20 mayores economías y aseguró que todas esas iniciativas muestran "una señal clara" de que están "metidos en esto juntos" y saldrán "juntos".
Pero la alocución de Bush, tampoco logró calmar la ansiedad que se percibía en la Bolsa de Wall Street, donde se registraron bruscas y pronunciadas caídas durante toda la jornada, a excepción de algunas esporádicas y repentinas alzas que eran subrayadas con exclamaciones de júbilo en el parqué neoyorquino.
Esa actitud reflejaba la tensión con que se operaba en Wall Street, a la vista de los pronunciados descensos que habían registrado horas antes los mercados asiáticos y en particular la Bolsa de Tokio, que perdió casi un 10%, por segunda vez esta semana.
El "terremoto" en Asia, que era reacción a su vez de la deprimente jornada que se vivió en Wall Street el jueves, tuvo réplicas de inmediato en los mercados europeos, una evidencia más del carácter global de esta crisis financiera y de confianza a la que no escapan tampoco los mercados en América Latina.
La Bolsa española registró una baja del 9,14%, la mayor de su historia, mientras los principales indicadores en las Bolsas de Fráncfort, París, Milán o Zurich tuvieron caídas de más de un 7%.
En la Bolsa de Londres, el panorama no fue más alentador, a pesar del agresivo plan que aprobó días atrás el Gobierno británico para capitalizar con rapidez a bancos necesitados de fondos, y el índice FTSE perdió hoy un 8,85%.
El recorte coordinado de 0,50 puntos en los tipos de interés que decidieron esta semana los bancos centrales EE.UU., Inglaterra, Suiza, Suecia, Canadá y el Banco Central Europeo (BCE), y que se sumó a un recorte algo menor en China, no ha logrado de momento calmar los temores en los mercados a una posible larga y profunda recesión económica a nivel mundial.
Esa perspectiva también se ha contagiado a los mercados de materias primas, incluido el petróleo, con la consiguiente inquietud que eso causa en los países productores.
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