La violencia separatista sacude a Osetia del Norte

El alcalde de Vladi-kavkaz, la capital del república rusa de Osetia del Norte, Vladímir Karáyev, es la última víctima de la inestabilidad en la región del Cáucaso. El regidor falleció ayer en el hospital tras ser gravemente herido en un atentado.

"El incidente ocurrió esta mañana. El edil fue tiroteado por unos desconocidos cuando se dirigía al trabajo", dijo un portavoz ministerial. La fuente precisó que los atacantes dispararon contra el vehículo de Karáyev cerca de su casa y se dieron a la fuga en un automóvil.

El presidente de Osetia del Norte, Teimuraz Mámsurov, afirmó que desconoce los posibles motivos del atentado. "Efectivamente, Karáyev murió como resultado de un atentado. No tengo ninguna hipótesis sobre lo ocurrido, pues acababa de empezar a trabajar en ese cargo", dijo Mámsurov, quien convocó una reunión extraordinaria con los dirigentes de las fuerzas del orden y los cuerpos de seguridad de la república.

Durante un atentado cometido por una mujer suicida en Vladikavkaz a principios de noviembre, que costó la vida a una docena de personas, se barajó la posibilidad de que fuera organizado desde la vecina república rusa de Ingushetia. Esa "pista ingush" tiene su origen en el conflicto entre ingushes y osetas que en 1992 causó la muerte de más de un millar de personas y que provocó la huida masiva de ingushes del territorio de Osetia de Norte.

El puesto de Karáyev cobró especial importancia y peso tras el conflicto armado de agosto pasado entre Rusia y Georgia por el control de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, cuya independencia ha sido reconocida por Moscú posteriormente.

Osetia del Sur, que pretende unirse en el futuro con la vecina Osetia del Norte, recibe la totalidad de sus ayudas financieras a través de la vecina república rusa.