El Vaticano no se ve responsable en el caso de abusos en EEUU

El Vaticano dijo el martes que demostraría que no puede ser considerado responsable de las acciones de un sacerdote que protagoniza un escándalo de abusos sexuales en Estados Unidos.

El lunes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó considerar un caso sobre si el Vaticano tiene inmunidad respecto al abuso sexual a menores por parte de sacerdotes, lo que permite que siga adelante una demanda interpuesta en 2001.

En un comunicado, el abogado del Vaticano, Jeffrey Lena, dijo que cuando el caso vuelva al tribunal de distrito de Estados Unidos se demostraría que la Santa Sede no puede ser considerada responsable por las acciones de un sacerdote ya que no era empleado del Vaticano.

"La decisión de no admitir el caso no es reflejo de sus méritos", dijo Lena, que añadió que el caso volvería ahora al tribunal de distrito de Oregón.

La demanda, presentada contra el Vaticano por un demandante identificado sólo como John Doe alega que fue objeto de abusos en varias ocasiones a mediados de los años 60, cuando tenía 15 ó 16 años, a manos de un sacerdote católico Andrew Ronan.

Según los documentos judiciales, Ronan acosó a niños a mediados de los 50 cuando era sacerdote en Irlanda y luego en Chicago antes de su traslado a una iglesia de Portland, Oregón, donde supuestamente abusó del demandante. Ronan murió en 1992.

El Vaticano alegó inmunidad bajo una ley de Estados Unidos, dijo el Acta de Inmunidad Soberana Extranjera de 1976, que permite a los países extranjeros evitar ser demandados ante los tribunales.

Sin embargo, la ley contiene excepciones. El tribunal de apelaciones citó una de ellas, argumentando que la demanda alega suficientemente que Ronan era empleado del Vaticano según la ley de Oregón.

El Vaticano ha dicho que no es una multinacional cuyos ejecutivos puedan ser considerados responsables de las acciones de sus subordinados, porque las diócesis de todo el mundo tienen su propio estatus legal como empleadores.

Ha dicho también que el Papa, como jefe de un estado soberano reconocido por más de 170 países, tiene inmunidad diplomática para ser procesado en otros países.

El Papa Benedicto XVI está tratando de controlar el daño que ha hecho el escándalo de abusos a la imagen de la Iglesia. La crisis ha golpeado a la Iglesia en Estados Unidos y en varios países europeos, incluida la Alemania natal del pontífice.