Sergio Ramos da la cara horas después de quedarse a puertas de la final de la Copa Confederaciones. Se defiende de las críticas y asegura que "se ha formado una imagen equivocada" tras una temporada en la que ha crecido a base de malos momentos.

Se refleja en su rostro el dolor de la derrota. Un solo segundo bastó para pasar de firmar un partido del que estaba orgulloso a un error que sentenció la semifinal. Aprende de ello. De las críticas. Frunce el ceño cuando piensa en venganza en el Mundial. Sonríe con nombrar el nuevo proyecto del Real Madrid. Esta a horas de cerrar una campaña difícil. Los malos momentos le condujeron a la reflexión y en la Confederaciones ha vuelto a ser el que era.

Pregunta: De una entrevista pactada para hablar de la final soñada al dolor que siente. Qué cosas tiene el fútbol...

Respuesta: Es lo que tiene este deporte. En un minuto todo puede cambiar. Me sentí cómodo en la semifinal, pero, después de tener ocasiones de gol, cometí un fallo. Si hubiese marcado todo habría cambiado. Por desgracia tuve esa mala suerte y hay que mirar para adelante. Seguir trabajando.

P: Su cara dice que ha pasado una noche difícil.

R: (sonríe) Acaba el partido, cenas con los compañeros, llegas a la soledad de la habitación y tu cabeza no para de dar vueltas. Te cuesta dormir mucho más que la noche de una victoria. Estoy muy dolido por la situación que vivimos ayer. Nos habría gustado estar en una final tan deseada.

P: Hasta ayer sus sensaciones siempre fueron buenas. Sentía que mostraba de nuevo al mundo su mejor versión.

R: Estaba contento por como me estaba saliendo la Copa Confederaciones, por como me encuentro físicamente hasta que cometí un fallo. Quizás si hubiésemos tenido más acierto de cara al gol no se le daría tanto protagonismo.

P: ¿Por qué no despejó?.

R: Sinceramente es un balón que controlo sin darme cuenta de que tengo al rival detrás. Cuando voy a despejar me gana la partida. Es un error que cometo. Lo asumo y me sirve para seguir creciendo. No soy un jugador que le gusta dar pelotazos, pero soy consciente de que un defensa tiene que ser contundente y más aún en su área.

P: En la del rival ¿por qué controló también un balón franco para pegarle de primera?.

R: Porque fue un balón centrado por Riera que tocó en un defensa y cogió el efecto contrario. Era más difícil empalarla. Por eso decido pararla e intentar hacer gol con la mala suerte que el disparo la cortó el central lanzándose al césped.

P: ¿Siente más exigencia que otros laterales?. Su despliegue físico y aportación ofensiva le cuestan críticas defensivas.

R: La verdad es que respeto la crítica de todo el mundo, siempre y cuando sea deportiva. No personal, ni persecuciones como hay. Cuando el resultado no sale o se pierde por dos errores contados, como ocurrió ayer por desgracia, la gente cambia radicalmente de opinión. No puedo hacer nada salvo dar todo en el campo. Como futbolista me voy con la cabeza muy alta. Siendo humilde y sabiendo que tengo que seguir aprendiendo pero que nadie puede reprocharme no haber dado todo.

P: ¿Fue una lección de un estilo de fútbol menos vistoso?.

R: No sé si es una lección porque salimos al campo con el máximo respeto al rival. Pero las cosas no salieron como habitualmente. Llevábamos una línea bastante buena. Nos faltó acierto de cara a gol y la fortuna de otros partidos. Tuvimos muchas ocasiones claras que de haber entrado todo habría cambiado.

P: ¿En qué falló España?.

R: Puso el corazón, las ganas y el respeto al rival. Es difícil explicar pero principalmente nos faltó fortuna de cara a gol.

P: ¿No se pensó antes de tiempo en una final soñada con Brasil?.

R: No, creo que no. Si en algo destaca esta selección es por la humildad, por ir paso a paso sin mirar más allá del siguiente partido. Estados Unidos no era un rival como Italia o Brasil, pero teníamos claro que queríamos estar en la final. No salió el partido.

P: ¿No se ha cumplido el objetivo marcado?.

R: Todo lo que no sea conquistar un título es no cumplir. Estamos tristes por no poder aspirar al título y seguir en la Copa Confederaciones para jugar la final de consolidación. Dentro de lo que cabe intentaremos quedar terceros mejor que cuartos.

P: ¿No es un marrón de partido y debíamos estar ya en casa?.

R: Para mi defender la camiseta de nuestro país nunca es un marrón, todo lo contrario. Si encima te puedes ir con un mejor sabor de boca que ayer mucho mejor.

P: Cerrará una temporada dura tras protagonizar un cambio de imagen. Se ha vuelto a ver a una persona abierta y bromista.

R: Me alegra. Está claro que en las ultimas temporadas se ha formado una imagen equivocada de mí de cara a la prensa y la afición. Personalmente me duele saber que tienen una imagen de mí que no es cierta. Era el momento de cambiarla. Estoy contento por las críticas buenas por mi actitud. Espero seguir en la misma línea y que la gente conozca al verdadero Sergio Ramos, un chaval normal, humilde y sencillo que quiere seguir aprendiendo.

P: ¿Qué momento le hizo parar a reflexionar sobre cambios?.

R: De todos los momentos buenos se aprende pero de los malos mucho más. En poco tiempo he pasado muchos que me han servido para reflexionar y cambiar cosas. Espero que desde ahora esa línea sea continua hasta mi retirada.

P: ¿Necesitaba el ambiente de la selección para ser feliz?.

R: Siempre he sido feliz, en algún momento es cierto que un poco menos por las circunstancias, pero personalmente he sido feliz. Te cuesta más sacar una sonrisa en ocasiones, por varios motivos, pero el que me conozca sabe lo alegre que soy. Con solo mirarme la cara se refleja mi estado de animo, que casi siempre es bueno.

P: ¿Cuesta asimilar la dosis de fama tan joven?.

R: Uno profesionalmente cuando empieza a jugar al fútbol sueña con llegar a ser lo que somos. Estoy orgulloso de ser un espejo donde mirarse de muchos chavales que entrenan a diario con la ilusión de llegar a ser futbolista. Asumo lo que soy para bien y para mal. Igual que te benefician cosas te perjudican otras, pero el sitio que me ha dado Dios en esta vida lo tengo aprovechar y ser agradecido.

P: ¿Le anima pensar en lo que le espera en el nuevo Real Madrid?.

R: Está claro que ahora con el nuevo presidente me sobran palabras de agradecimiento para la persona que me fichó para el Real Madrid y cambió mi vida. La afición vuelve a estar ilusionada por el proyecto. Habrá fichajes hasta el final y los que han llegado son estrellas mundiales como Cristiano y Kaká que van a aportar muchas cosas. Este año daremos mucho de que hablar y muchos títulos.

P: Fue el primer fichaje español y toma su relevo Raúl Albiol.

R: Me alegra mucho por él, por lo jugador y la buena persona que es. Nos va a aportar muchísimo. Conozco a muchos jugadores y él es de los más sencillos y humildes. Es un premio después de todo lo que pasó con su accidente. En Getafe y Valencia se ha ganado por méritos propios estar donde está. Es un central rápido que siempre sabe donde tiene que estar. Nos viene de lujo.

P: ¿Cómo encajará Cristiano Ronaldo en el vestuario?.

R: No habrá problema. He hablado con compañeros suyos de otras etapas y dicen que es un tío normal, que marca la diferencia en muchos aspectos. Intentaremos integrarlo rápido dentro del grupo.

P: Felices vacaciones, desconecte tras cerrar una temporada llena de acontecimientos en su vida de los que me consta ha aprendido.

R: En esos malos momentos es cuando realmente te das cuenta de quien te quiere, quien está a tu lado, del que te da la palmadita o el que aprovecha para criticar y matarte. Tengo muchos a los que agradecer, familia y amigos. Otros demuestran que en este mundo hay malas personas. De todos los golpes que me dan saco el punto positivo siempre. No sirven para hundirme, ni para venirme abajo sino para aprender. Hay gente que no se alegra del éxito de muchos jugadores. Conmigo no les queda otra que esperar al menos diez años que pienso estar dando guerra.