Este artículo se publicó hace 14 años.
El Senado deja solo al PP con su tijeretazo
La moción proponía recortar 10.000 millones de euros, pero sin detallar las cifras
El PP subrayó con rotulador fluorescente la soledad parlamentaria del PSOE el pasado 27 de mayo, cuando el Gobierno sacó adelante su decreto ley de medidas de recorte del déficit por un solo voto y gracias a la abstención de CiU. Ayer martes los conservadores se quedaron aún más solos en la defensa de su plan alternativo de ajuste: no consiguieron sacarlo adelante. Y eso que no habrían tenido difícil ganar su moción, porque en el pleno del Senado, donde el PP hubo de encajar la derrota, los números les favorecen, ya que aventajan a los socialistas en 18 escaños.
La imagen de aislamiento del Grupo Popular se materializó a las 21 horas: 115 votos a favor, 135 en contra y una sola abstención, la de Mar Caballero, de Unión del Pueblo Navarro, partido ex socio del PP.
Los grupos echan en cara al PP su "demagogia" por las ayudas a partidos
Ni siquiera CiU le apoyó. Jordi Vilajoana, su portavoz, ofreció una enmienda de cinco puntos a la representante del PP, Beatriz Escudero. Ella la rechazó, acusándole de presentar un papel "con generalidades y con medidas sin concretar", frente a lo que había presentado su partido, que preveía un recorte de 10.000 millones de euros.
El PP, en su línea, tampoco concretó. En su moción, sus diez medidas ocupaban menos de un folio. Y detalles, no los había. Los conservadores reclamaban suprimir la Vicepresidencia Tercera y los ministerios de Igualdad y Vivienda; integrar Educación y Cultura y subsumir Sanidad en Trabajo. Incluían "reducir las subvenciones no productivas" sin decir cuáles, las ayudas a partidos, sindicatos y patronal, eliminar parte de las "2.654 empresas públicas", evitar "duplicidades" entre las administraciones, adelgazar el Gobierno central y menguar el número de asesores del Ejecutivo.
Escudero, en su intervención, juzgó un "error" bajar el sueldo de 2,6 millones de funcionarios o congelar la pensión a cinco millones de jubilados. "Podíamos asumir y comprender esas medidas si hubieran sido adoptadas en un marco de rigor del control del gasto público, pero no, ha habido derroche, despilfarro". La senadora, en la puesta de largo de la iniciativa estrella del PP, no contó con la presencia en el hemiciclo de la dirección de su grupo, ni siquiera Dolores de Cospedal.
Todos los grupos votan en contra salvo UPN, que se abstiene
La culpa no es de las CCAAEl resto de grupos compartieron la necesidad del ajuste, pero no de ese ajuste. Vilajoana, aunque conciliador, denunció la criminalización de las autonomías que practica el PP, cuando "lo que hay que plantearse es qué Estado queremos". El senador de CiU coincidió con otros portavoces en la conveniencia de cerrar ministerios, pero no creyó oportuno indicar cuáles al Gobierno.
Lo que indignó a la Cámara fue el uso "demagógico" de las subvenciones a partidos y sindicatos. Y el asidero lógico y previsible se llamó Gürtel. Primero lo enseñó el socialista Anselmo Pestana, que avisó de la "desconfianza" a la clase política y las centrales sindicales que inducía la propuesta. El senador condenó la "falta de respeto y coherencia del PP" y su voluntad de "hacer ruido". Criticó que pretenda liquidar los cursos de formación continua.
Quien mejor redondeó el argumento fue Xosé Manuel Pérez Bouza (BNG): "Sólo el PP tiene financiación ilegal, y por eso no le hace falta financiación pública. ¿Para qué la va a querer, si le sobra el dinero?" .
En todo caso, si el PP quiere austeridad, que se aplique el cuento en su casa, le vino a reprochar Judith Alberich, de la Entesa, pues las autonomías con Gobierno conservadores sí están "sobredimensionadas". "Para dar lecciones, uno tiene que tener currículum", zanjó.
A flote salió una opción de recorte del déficit: "Cuestionan la financiación a los partidos, y no cuestionan la financiación a la Iglesia". Era la alternativa de Pérez Bouza. Se oyeron sonoros aplausos. Muchos, del propio Grupo Socialista.
"Su actitud favorece a los especuladores"Más alboroto en el pleno, en la pregunta de María Dolores de Cospedal a Manuel Chaves. La número dos del PP incidió en el "despilfarro" del Gobierno. Puso como ejemplo de gasto "innecesario" la Vicepresidencia Tercera, que "no se sabe para qué vale". Chaves recordó que Francisco Camps tiene tres vicepresidentes, como cinco tiene el líder de la Diputación de Alicante, el zaplanista José Joaquín Ripoll. El ministro acusó a Cospedal de "pensar en los votos" y de "favorecer a los especuladores" con su actitud, al sembrar dudas sobre España. El PP, dijo, es una "isla de demagogia".
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