Este artículo se publicó hace 13 años.
El segundo vicepresidente peruano se niega a renunciar pese a la petición de Humala
El segundo vicepresidente de Perú, Omar Chehade, pidió hoy licencia al cargo, pero no renunció, tal como se lo había aconsejado el presidente, Ollanta Humala.
En su primer pronunciamiento desde que Humala le pidió la renuncia, Chehade emitió un comunicado en el que remarcó que recurre a la presunción de inocencia en la investigación que le siguen el Congreso y la Fiscalía por varios delitos vinculados con un supuesto tráfico de influencias.
Chehade señaló que ha tomado la decisión de "no ejercer las funciones" de su cargo mientras se realizan esas investigaciones.
El vicepresidente emitió el comunicado dos días después de que Humala le aconsejara "dar un paso al costado" para permitir las investigaciones en su contra y dejar de afectar al Gobierno.
Según una investigación periodística, Chehade se reunió el mes pasado con varios jefes de la policía para coordinar el desalojo de los trabajadores de la empresa azucarera Andahuasi, que la administran por orden judicial, para entregar la compañía al grupo empresarial Wong, uno de los accionistas en conflicto.
La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Parlamento aprobó el lunes último abrir una investigación contra Chehade por una supuesta infracción constitucional y la presunta comisión de los delitos de patrocinio ilegal, cohecho activo genérico y tráfico de influencias.
El vicepresidente señaló hoy que ha tomado su decisión "en atención a la sugerencia del Presidente de la República", a quien agradeció "la confianza" que le ha brindado al incluirlo en su plancha presidencial.
"No ejerceré las funciones de segundo vicepresidente de la República quedando expedito el camino para que las asuma, como legalmente corresponde, el presidente del Congreso en mi lugar", indicó.
Añadió, sin embargo, que "no es pertinente formular renuncia a tal investidura dado que soy inocente de los cargos atribuidos".
Invocó, asimismo, "a la opinión pública a respetar el principio constitucional de presunción de inocencia que me reconoce el ordenamiento jurídico nacional", indicó.
Al concluir, Chehade señaló que confía en que su inocencia "será confirmada" a pesar "del cargamontón mediático y linchamiento político" del que, aseguró, ha sido víctima.
Acusó además a "algunos sectores", a los que no identificó, de intentar "demoler" su imagen pública y dijo que tiene una "prestigiosa trayectoria de lucha contra la corrupción", en referencia a su antiguo cargo como procurador del Estado.
En sus declaraciones del pasado domingo, Humala remarcó que la renuncia era una decisión que "debe nacer" de Chehade y recordó que él ha defendido la presunción de inocencia en este caso y la necesidad de allanarse a las comisiones investigadoras.
"No vamos a blindar ni apoyar a la persona, vamos apoyar a la verdad, y se lo he hecho saber al presidente de la Comisión de Ética del Congreso", enfatizó.
El jefe de Estado garantizó que "no habrá ningún intento de presión" e informó que ha ordenado al ministerio del Interior entregar los informes sobre la participación de los generales de la policía implicados en la denuncia.
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