Este artículo se publicó hace 16 años.
Sarkozy dice que se mantendrán las 35 horas semanales, pero se permitirá trabajar más
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo hoy que el tiempo legal de trabajo en Francia se mantendrá en 35 horas semanales, pero quiere eliminar "todas" las trabas que "impedían" a sus compatriotas trabajar más.
"Siempre habrá un tiempo semanal de trabajo en Francia y será de 35 horas. Y esto es mi respuesta definitiva", afirmó el jefe de Estado en una entrevista con la emisora "RTL".
"En cambio, quiero que se supriman todos los obstáculos que impedían trabajar a los franceses", recalcó a renglón seguido.
Los portavoces del partido conservador de Sarkozy, la UMP, dijeron ayer que esta formación es "unánime en la voluntad" de suprimir las 35 horas "obligatorias" y quiere ir "más lejos para liberar" las horas extraordinarias en el marco de negociaciones dentro de las empresas.
Por su parte, los líderes de los sindicatos CGT y CFDT advirtieron "solemnemente" al Gobierno contra medidas "a escondidas" para desregular el tiempo de trabajo.
La Ley que redujo el tiempo de trabajo a 35 horas semanales y que acaba de cumplir diez años fue una de las reformas estrella del anterior Gobierno de izquierdas (1997-2002).
El secretario general de la UMP, Patrick Devedjian, había abogado la semana pasada por el desmantelamiento definitivo de esa ley.
Sarkozy argumentó que hay que mantener el tiempo de trabajo en 35 horas semanales, aunque sólo sea para poder calcular las horas extraordinarias.
Los trabajadores franceses han cobrado 5.500 millones de euros en horas extraordinarias, recordó Sarkozy, en alusión a la Ley del pasado verano que eliminó para los trabajadores las tasas sobre las horas extra y supuso un nuevo golpe de facto a la Ley de las 35 horas.
El presidente defendió su voluntad de aumentar los ingresos de los franceses mediante el incremento del trabajo basado en la libertad de elección, como por ejemplo con la apertura de los comercios el domingo.
Tras señalar que Francia recibe a más de 70 millones de turistas anuales, preguntó retóricamente si es normal que los comercios estén cerrados los domingos, antes de afirmar que no se trata de obligar a "nadie" a trabajar el domingo, sino de permitir que lo hagan quienes lo deseen.
Por otra parte, Sarkozy rechazó la propuesta de la presidenta de la principal patronal francesa (Medef) para elevar la edad legal de la jubilación a los 63,5 años, frente a los 60 años actuales.
El presidente explicó que eso no formaba parte de sus promesas electorales: "me comprometí" a aplicar lo prometido en la campaña, y allí "no hablé" de pasar a los 63,5 años, sentenció, antes de precisar que las reformas deben hacerse al ritmo que permite "el tejido social" del país.
La reforma actual de las pensiones prevé aumentar un año, hasta 41 años, el período de cotización para tener derecho a una pensión completa.
El pasado jueves, entre 300.000 y 700.000 personas se manifestaron en Francia contra esa medida.
También ha habido este mes manifestaciones de funcionarios, en particular los de la enseñanza, contra la supresión de puestos en la administración pública.
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