Este artículo se publicó hace 15 años.
Sarkozy defiende su plan de ayuda y quiere conseguir uno a escala europea
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, defendió hoy el plan de ayuda al sector automovilístico que él mismo presentó a comienzos de mes, acusado de proteccionista, con el argumento de que otros países intentan imitarlo, y añadió que espera conseguir que se haga algo a escala europea.
"Quiero obtener un plan de coordinación" europeo para el automóvil, indicó durante una visita al departamento de Ain (centro) dedicado al futuro de esta industria, y precisó que abordará la cuestión en la reunión informal de jefes de Estado y/o de Gobierno de la UE el próximo domingo en Bruselas.
El objetivo, explicó, es lograr "un plan global de apoyo", tras lamentar que no se hubiera hecho todavía.
"Nos han criticado en todas partes, se ha dicho que era proteccionista, pero ahora los demás nos imitan", subrayó Sarkozy en la localidad de Sainte Julie, donde está ubicada una planta del fabricante de componentes para el automóvil Plastic Omnium.
Recordó que los franceses fueron "los primeros del mundo" en poner en marcha la prima para los compradores de un vehículo poco contaminante que envíen otro coche antiguo al desguace y dijo que lamenta "mucho que no haya habido un plan europeo de ayuda al automóvil".
"Sé que tenemos que atravesar un periodo difícil. Pero si no hubiéramos hecho el plan para el automóvil, Francia no resistiría mejor que los demás", argumentó el jefe del Estado.
"Hay que luchar para que la economía francesa sea más fuerte, más competitiva, que conservemos nuestras industrias y que el sector automovilístico siga siendo un sector con futuro", dijo.
Sarkozy defendió los "compromisos" exigidos a los fabricantes de coches para recibir las ayudas estatales, en particular su renuncia a deslocalizar actividad y el principio de que "las inversiones deben hacerse en Francia.
De hecho, los créditos a bajo interés que Francia va a conceder a sus principales fabricantes -Renault, PSA (Peugeot Citroën) y Renault Trucks- están condicionados a que no cierren fábricas en territorio francés ni haya despidos.
Esos puntos son precisamente los que más críticas han suscitado por parte de la Comisión Europea.
En un artículo publicado hoy en "Le Monde", el secretario de Estado francés de Industria, Luc Chatel, afirmó que el plan para el automóvil de su Gobierno no sólo "no es proteccionista" sino que "debe ser considerado al contrario como una baza para Europa".
Chatel explicó que los préstamos para los fabricantes presentes en Francia son los instrumentos "menos proteccionistas que se pueda imaginar" ya que van dirigidos a las empresas francesas en su conjunto, y beneficiarán tanto a las plantas ubicadas en Francia (un tercio del total) como a las existentes en el extranjero (dos tercios).
El secretario de Estado justificó la condición de que los grupos no despidan ni cierren plantas en Francia: "¿Se puede imaginar seriamente que se diga a los contribuyentes franceses 'prestamos 6.000 millones de euros a los fabricantes automovilísticos pero ese dinero servirá para cerrar vuestras fábricas y para destruir vuestros empleos'?".
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