El grupo constructor e inmobiliario Sacyr Vallehermoso mantiene abiertas las negociaciones con la petrolera rusa Lukoil y con "otros" interesados para vender su participación del 20,01 por ciento en la compañía hispano-argentina Repsol YPF, explicaron hoy a Efe fuentes próximas a la empresa.

A pesar de la reciente venta de su filial de infraestructuras Itínere al fondo Citi Infraestructure Investment, que le ha permitido reducir su deuda, y a las recientes declaraciones del presidente de Lukoil, quien negó negociaciones concretas con Sacyr sobre Repsol YPF, fuentes cercanas a la constructora española recalcaron hoy que las negociaciones siguen adelante.

Por el contrario, La Caixa, el otro accionista de referencia de Repsol, confirmó hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ya no contempla sumarse a la operación si Sacyr vende finalmente su paquete en la petrolera hispano-argentina.

Según fuentes al tanto del proceso, el mayor obstáculo para cerrar la venta del 20 por ciento de Sacyr en Repsol no sería tanto la financiación como el precio que pretende obtener la constructora presidida por Luis del Rivero.

No obstante, uno de los aspectos fundamentales que ha centrado las negociaciones entre Lukoil y la banca acreedora de Sacyr ha sido la petición de garantías adicionales a la petrolera rusa para subrrogarse al crédito concedido en su día a la constructora española.

De acuerdo con estas fuentes, las declaraciones del presidente de Lukoil, Vaguit Alekpérov, negando que existan "conversaciones concretas" con Sacyr sólo serían un intento de rebajar el precio de las acciones.

Tras la venta de Itínere, y en paralelo a la operación de Repsol, Sacyr ha contratado a los bancos Mediobanca y Lazard para que refinancien su deuda.

Las fuentes consultadas recalcaron que la refinanciación de la deuda no implica que se haya abandonado la opción de vender la participación en Repsol.

La venta de la filial de infraestructuras a Citi ha dado un respiro a Sacyr, que ingresará 2.875 millones de euros y verá como el comprador asume la deuda de Itínere, que asciende a 5.013 millones.