Rubalcaba: "Da la sensación de que cada nuevo jefe de ETA es más violento que el anterior"

"Estamos en máxima alerta". El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha ocultado algunas de las consecuencias que puede traer consigo la detención del jefe de comandos de ETA Mikel Garikoitz Aspiazu, Txeroki. 

Rubalcaba ha asegurado que la banda terrorista “va a tratar de hacer algo”, pero también reconoce que “hay una sensación de debilidad creciente dentro de ETA” que los dirigentes tendrán que corregir.

El ministro del Interior, quien cree que habrá una ETA "antes y después de Txeroki", ha asegurado que se tiene bastante información sobre el posible relevo en el liderazgo de la banda, si bien "no se sabe si ya se ha producido o no el relevo".

“La Policía está persiguiendo ya al relevo de Txeroki, porque cuando acaba una operación hay que volver a empezar otra. Lo bueno es que cada vez tardamos menos en detener a quien comete crímenes”, ha afirmado Rubalcaba, quien ha reconocido que “da la sensación de que cada nuevo jefe de ETA es más violento que el anterior porque necesitan dar el mensaje a los presos de que se van a poder sentar algún día con ventaja”.

Diálogo descartado 

Rubalcaba, quien ha descartado sentarse de nuevo con ETA a dialogar porque “ya se ha intentado tres veces durante la democracia”, ha argumentado que “es cierto que estamos más cerca del fin de la banda que hace 15 días, pero de ahí a decir que ya ha desaparecido… Es una ilusión que no podemos poner encima de la mesa”.

"Apenas un centenar de personas intentaron protestar por las detenciones"

De lo que sí que está seguro Rubalcaba es de que los violentos tienen cada vez menos apoyos.

"Ayer, viendo la prensa, se me ocurría que antes había manifestaciones multitudinarias en el lugar de procedencia del terrorista detenido. Ayer hubo intentos, pero eran apenas un centenar de personas", ha especificado el titular de Interior.  

Privacidad complicada 

"La detención de Txeroki es una buena operación militar se mire por donde se mire".

El ministro del Interior no ha ocultado su satisfacción por la detención de Txeroki y de Leire López, pero se ha mostrado crítico con la labor de algunos profesionales de la información que "dificultan la labor de las fuerzas de seguridad".

"En el Ministerio del Interior guardar algo no es muy fácil. Algún día a lo mejor escribo sobre ello cuando abandone el cargo", ha asegurado Rubalcaba en referencia a la matrícula "imposible" que, presuntamente, sirvió para detener a Txeroki.

De lo que sí se ha mostrado seguro el ministro del Interior es de que esta operación demuestra que la presión funciona. "Tienen toda la razón para sentir la presión porque estamos encima de ellos, y la van a sentir mucho más", asegura el ministro del Interior, quien ha destacado que a Txeroki se le hayan encontrado 100 gramos de hachís en su haber. 

"ETA mantuvo durante mucho tiempo la lucha contra el narcotráfico, y es curioso que tuviera hachís. Es una doble moral dentro de la amoralidad", ha valorado Rubalcaba. 

Alegrarse de las desgracias 

Rubalcaba, en referencia a la decisión de ayer del juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, de inhibirse en la causa contra el franquismo, ha criticado que "en España hay partidos políticos que se alegran sistemáticamente de que la gente no pueda buscar a un abuelo o a un padre.  

"Muchos se alegran del fondo de la cuestión, del drama humano", ha asegurado Rubalcaba, quien ha pedido que no se olvide a aquellos que no han podido aún enterrar a sus familiares.