Este artículo se publicó hace 16 años.
Reúnen a 55 campaneros para preservar la tradición de tañer
La localidad de Villavante (León), a unos treinta kilómetros de León capital, en el municipio de Santa Marina del Rey, ha celebrado hoy, como desde hace veintidós años, el Encuentro de Campaneros, en el que han participado 55 personas para contribuir a que esta tradición no desaparezca.
A la cita han acudido campaneros de la provincia leonesa, de Zamora y de Palencia, además de un representante de Barcelona, para asistir a esta exhibición de repique de campanas, que se celebra en una de las pocas localidades españolas que cuenta con una Escuela de Campaneros.
En este Encuentro de Campaneros han participado personas de casi todas las edades, desde mayores que rondan los 80 años hasta un niño de 9 años de Zamora, que ya asistió a la edición pasada.
El portavoz de la Asociación de Campaneros de Villavante, Jorge Juan Fernández, uno de los campaneros más jóvenes de la localidad ya que cuenta con tan sólo 18 años, ha explicado a EFE que en este arte "no hay mejores ni peores" sino que es "la fe" lo que lleva a un campanero a realizar un buen repique.
Ha asegurado que lo más importante para un campanero no es saber tocar bien las campanas, sino "adquirir una personalidad", que es algo que se aprende con la práctica.
En su caso, como en el de otros muchos jóvenes de este pueblo leonés, que cuenta con unos 2.600 habitantes, ha sido la Escuela de Campaneros de la localidad el lugar en el que el maestro les ha enseñado "lo básico", si bien es "el tiempo" el que va dando forma a la personalidad de cada campanero.
En el encuentro, los campaneros, que no participan en concurso, sino que esta actividad es una mera exhibición, han interpretado los toques clásicos, entre ellos los denominados "a muerte" en sus tres modalidades, la de mujer, hombre y niño.
Jorge Juan Fernández ha explicado que un toque de campana "a muerte de mujer" se realiza con campanas "pequeñas" de sonidos agudos que "evocan la voz de una mujer", mientras que "a muerte de hombre", la campaña es grande y proporciona sonidos agudos.
Para la muerte de un niño, que es "el sonido más triste", se hace tañer de igual forma que con el fallecimiento de una mujer, una campana pequeña.
Otro de los sonidos característicos del repique de campanas, que en su momento fue un medio de comunicación importante para las poblaciones rurales, es de "a nube", que sirve para "espantar la piedra" y que el campo no sea arrasado por tormentas y granizos, ya que era el modo de sobrevivir de la población.
"Este repique tiene mucho que ver con las creencias religiosas, ya que las campanas están dedicadas a Santa Bárbara", ha señalado el joven campanero, aunque ha añadido que "científicamente dicen que las ondas del sonido de las campanas hacen que las nubes se alejen".
Hay otros repiques que se han interpretado durante este domingo en el Encuentro de Campaneros, como el de "a alborada", es decir, el que se tocaba al amanecer, o el que se emite para rezar y, por su puesto, el de "a fuego", pero Jorge Juan Fernández asegura que el "más bonito" es el de "a fiesta".
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