El reencuentro de los tres cooperantes era "vital" para Gámez

Los cooperantes catalanes Albert Vilalta y Roque Pascual se fundieron en un abrazo "muy emotivo" con Alicia Gámez (apresada con ellos y liberada en marzo) en la zona privada que el Aeropuerto de El Prat de Barcelona habilitó para el encuentro entre los secuestrados y sus allegados, ajenos a flashes y cámaras.

El portavoz de la ONG Barcelona Acció Solidària, Josep Ramon Giménez, ha explicado que el presidente de la Caravana Solidària, Josep Carbonell, fue el único miembro de la entidad que accedió a la zona privada y presenció el reencuentro de los tres cooperantes.

"Se reunieron con una gran emoción y con abrazos", ha señalado Giménez, y ha indicado que Gámez lo necesitaba "vitalmente", por la carga que le suponía haber sido liberada primero, dejando atrás a sus compañeros en manos de Al Qaeda en el desierto de Mali.

"Para Alicia, su liberación fue un regalo envenenado", ha proseguido el portavoz tras subrayar el sufrimiento de la cooperante en los últimos meses. "A partir de su abrazo intenso con Vilalta y Pascual, empieza su recuperación", ha sentenciado.

"Mi felicidad será completa cuando regresen Albert y Roque", dijo Gámez el día que aterrizó en Barcelona . Aunque acudió al Aeropuerto para recibir a sus compañeros, no se mostró en público.

Vilalta y Pascual han afirmado al llegar a Barcelona que están "muy orgullosos" del Gobierno por el esfuerzo diplomático para liberarlos, y que los captores les trataron "correctamente" dentro de las condiciones duras del desierto.