Este artículo se publicó hace 15 años.
El presidente checo apoya el acuerdo sobre el Tratado de Lisboa
El presidente checo, Vaclav Klaus está satisfecho con una declaración de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que pretende facilitar el camino para que el único de los Veintisiete que no ha ratificado el Tratado de Lisboa estampe su firma en el texto, permitiendo su entrada en vigor, dijo el jueves el primer ministro checo, Jan Fischer.
"Vaclav Klaus se mostró satisfecho con el texto. Ha sido informado de todas las modificaciones (...) y no tienen ningún problema con ello", declaró Fischer a la prensa después del acuerdo de los dirigentes europeos en el Consejo Europeo de otoño que se celebra jueves y viernes en Bruselas.
"Considero el resultado muy bueno", dijo Jiri Wiegl, un importante asesor de Klaus.
Los dirigentes europeos aceptaron la demanda del presidente checo de que su país obtenga una cláusula de exención de la Carta de Derechos Humanos que viene incluido en Lisboa, según el portavoz de la presidencia checa Roman Prorok.
"La clásula de exención fue aprobada tal y como fue presentada por la presidencia sueca de la UE", afirmó.
Se espera que Klaus ratique el tratado en diciembre si el Tribunal Constitucional de su país rechaza un recurso el próximo martes.
La satisfacción por este asunto contrastó con la decepción porque no se llegara a un acuerdo sobre la financiación a los países pobres para que combatan el cambio climático en el texto que suceda al Protocolo de Kioto que se espera que se alcance en una cumbre en Copenhague en diciembre.
Fuentes europeas dijeron que la presidencia sueca presentará nuevas propuestas el viernes.
Nueve países del este de Europa se opusieron a un acuerdo sobre cuánto se dará a los países pobres mientras no se establezca qué cantidad pondrá cada uno de los 27 estados miembros.
La UE pretende acordar un mandato negociador para Copenhague. Los países en vías de desarrollo han dicho que no firmarán si no reciben fondos suficientes de los países ricos. La UE probablemente acepte el cálculo de 100.000 millones de euros al año hasta 2020, pero las diferencias surgen en de dónde vendrá el dinero.
MENOS POSIBILIDADES PARA BLAIR
Por otra parte, las posibilidades del ex primer ministro británico Tony Blair de convertirse en el primer presidente de la Unión Europea se desvanecían el jueves después de que no lograra el apoyo de los socialistas europeos, aliados de su partido, el Laborista.
Aunque en un encuentro previo al Consejo europeo de otoño su sucesor, Gordon Brown, pidió a los eurosocialistas que apoyen a Blair, algunos dirigentes se distanciaron de su candidatura y el partido formó un equipo de tres hombres para decidir su posición.
Blair afronta oposición por su apoyo al ex presidente estadounidense George W. Bush y a la guerra en Irak, pero también porque Reino Unido no está en el euro y está considerado como un país euroescéptico.
"Mi opinión personal es que el candidato (...) debería tener una relación especialmente buena con (el presidente estadounidense Barack) Obama y no ser partidario de una buena relación de trabajo con Bush", dijo el canciller austriaco, Werner Fayman, uno de los tres dirigentes que decidirá la posición socialista.
En cuanto al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió un candidato europeísta.
"Yo lo que quiero es un presidente europeísta, con una gran vocación europea, que haga una declaración de principios de fortaleza de la Unión", afirmó.
Zapatero también surigió que los socialistas podrían optar por el puesto de ministro europeo de Asuntos Exteriores, lo que dejaría el de presidente para el centroderecha.
"El criterio planteado por el Partido Socialista Europeo para expresar su preferencia por el puesto de Alto Representante me suena muy razonable", agregó.
El puesto de presidente de la UE durante dos años aparece en el Tratado de Lisboa. Hasta ahora la presidencia la ocupan los países de manera rotatoria durante seis meses. España se hará cargo de la presidencia el 1 de enero.
Las diferencias parecen estar en el perfil del puesto, si se opta por un candidato con más relieve internacional o aguien menos conocido pero que trabaje más detrás de los escenarios
Otros candidatos mencionados han sido el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, el ex primer ministro finlandés Paavo Lipponen, el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, el primer ministro holandés Jan Peter Balkenende o incluso el ex presidente del Gobierno español Felipe González.
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