Este artículo se publicó hace 15 años.
El presidente de los banqueros suizos defiende el secreto bancario y critica a la OCDE
El presidente de la Asociación de Banqueros Suizos, Pierre Mirabaud, hizo hoy una férrea defensa del secreto bancario helvético y criticó duramente a los países de la OCDE que pretendían poner a Suiza en una "lista negra" de paraísos fiscales.
Tras recalcar que el secreto bancario no protege a los defraudadores fiscales, Mirabaud, en un encuentro con periodistas, criticó especialmente a Francia y Alemania por haber encabezado las presiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que llevaron a Berna a aceptar hace dos semanas someterse a los estándares de transparencia en materia fiscal de la organización.
"El 99,99 por ciento de los evasores fiscales no tiene una cuenta bancaria en Suiza, pero Suiza es un objetivo fácil de atacar. No tiene ningún riesgo político. Suiza no tiene un lobby poderoso en Estados Unidos o en la Unión Europea al que pueda movilizar", afirmó el presidente de los banqueros.
"Como líder mundial de la banca privada, Suiza provoca celos", añadió Mirabaud, quien no dudó en afirmar que "en estos tiempos económicos difíciles, (Suiza) sirve como hilo conductor... sobre el que los estados amenazados financieramente pueden descargar sus frustraciones y desviar la atención de sus ciudadanos acerca de sus propias carencias y de sus complicados e ineficaces sistemas fiscales".
Mirabaud calificó de "desgraciada" la forma en que la OCDE "ha tratado a Suiza recientemente", en referencia a sus presiones para que aceptara flexibilizar su legislación sobre el secreto bancario y adoptar los estándares internacionales de transparencia en el sector.
"El elaborar una lista negra a espaldas de uno de sus miembros es inaceptable, y en mi opinión, daña gravemente la credibilidad de la OCDE", subrayó.
Pero, en respuesta a preguntas de los periodistas, dijo estar seguro de que ahora, tras la decisión de hacer concesiones en torno al secreto bancario, "sabemos que Suiza, Austria y Luxemburgo ya no están en la lista negra" que va a llegar a la reunión del G-20 en Londres.
El dirigente de los banqueros recordó, sin embargo, que la aceptación de los estándares no significa un levantamiento automático del secreto bancario.
"A partir de ahora no se tratará de hacer un intercambio de información, sino de renegociar los tratados de doble imposición. La privacidad de los clientes no estará bajo sospecha, dado que seguirá siendo protegida por la confidencialidad de los bancos helvéticos hacia sus clientes", agregó.
Mirabaud recordó que los banqueros suizos están obligados por ley a no revelar a terceros datos de sus clientes, y que hacerlo constituye un acto criminal.
Y preguntado sobre su sentimiento personal acerca del asunto, no dudó en asegurar que "para mí es como el secreto de confesión o el juramento hipocrático. Suiza nunca abandonará ese valor".
Preguntado sobre si teme una fuga de capitales extranjeros de los bancos suizos a otros países tras la grieta abierta en el secreto, Mirabaud afirmó que no ve motivo para ello, pues "todas las plazas financieras importantes están ahora sometidas a las normas de la OCDE en materia de cooperación, y sólo queda fuera Dubai, que no es muy importante".
Por otra parte, Mirabaud quitó peso a la noticia publicada hoy por el diario británico Financial Times sobre el hecho de que algunos bancos privados suizos han comenzado a prohibir a sus directivos viajar al extranjero, incluso a los países vecinos, por miedo a que sean detenidos.
"No es una política oficial. Y yo sigo viajando tranquilamente", dijo, y señaló que la Asociación de Banqueros no ha dado esas instrucciones a sus miembros.
Con respecto a la crisis económica, el presidente de los banqueros suizos se mostró muy pesimista y auguró que "no va a terminar rápidamente".
Afirmó que "es difícil saber hasta donde va a llegar, porque los problemas son de una magnitud inimaginable... y la cura que le estamos aplicando (a la crisis) puede crear en el futuro otra crisis, ya que no es posible estar creando riqueza indefinidamente".
"Estoy realmente muy preocupado por la duración de la crisis y creo que la población no se ha dado cuenta de que todo el mundo se tendrá que esforzar", aseveró.
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