El PP se esconde y falta por primera vez a las fiestas de Gamonal

Dos barrios burgaleses celebran este viernes la tradicional fiesta de San Antón, pero en Gamonal la fecha está marcada por la indignación de los ciudadanos con sus representantes. "Ha asistido menos gente, muchos están manifestándose en el centro", afirman varios de los los vecinos concentrados.

Ni Pérez Pardo ni su compañero de partido Julían Altable Vicario, también concejal, son capaces de explicar la ausencia del PP, pero el segundo se muestra crítico con el Gobierno municipal de Lacalle. "Lo cortés no quita lo valiente. Es una celebración, podría haber estado una representación del PP. La gente está de fiesta, no he visto ninguna manifestación. Si no vienen no quieren estar, habrá que imputarles que no quieren estar cerca del pueblo".

En relación a la decisión anunciada por Lacalle en el pleno de este viernes, de que seguirá adelante con las obras cuando finalice la anunciada paralización, Pérez Pardo lo considera "un empecinamiento del alcalde, y va a ser peor. Los ánimos que se respiran en el barrio son de seguir con la lucha hasta el final, palabras textuales. Piensan resistir, y va a ser duro. Con toda la oposición en contra y todo el vecindario en contra, lo tienen difícil. De todas maneras, las dos soluciones van a ser malas: continuar las obras con los antidisturbios o dar marcha atrás. Es un fracaso del Gobierno", concluye.

"Si no vienen no quieren estar, habrá que imputarles que no quieren estar cerca del pueblo".Ambos partidos no han querido faltar a la tradicional fiesta de San Antón, con cientos de años de antiguedad. También conocida como 'Fiesta de los Titos' en Gamonal, sólo dos barrios burgaleses la celebran, pero sólo en Gamonal es posible probar los titos -legumbres similares a los garbanzos en apariencia, pero más picantes-.

Después de la tradicional misa y de la bendición de los animales, los vecinos de la barriada burgalesa forman una cola de hasta un kilómetro de longitud para degustar los titos. Cerca de 4.000 kilos, entre 20.000 y 30.000 raciones, según la cofradía encargada de ofrecer las legumbres a los vecinos.