Portugal crea nuevos impuestos y recorta los gastos para volver a crecer

Portugal quiere volver a crecer a partir de 2013 con nuevos impuestos -a las rentas más altas y a las empresas con significativos beneficios- y un severo recorte de los gastos del Estado, especialmente en el sector empresarial público.

El ministro de Finanzas luso, Vítor Gaspar, presentó hoy las líneas generales de la política presupuestaria y pronosticó que el país recuperará la senda del crecimiento en 2013, con un aumento del PIB del 1,2 por ciento.

El titular de Finanzas, que ya había presentado a comienzos de mes medidas extraordinarias para paliar un desvío en las cuentas de cerca de 2.000 millones, anunció hoy una tasa adicional del 2,5 % para los contribuyentes con mayores rendimientos y un impuesto especial del 3 % para las empresas con beneficios superiores a los 1,5 millones anuales.

De acuerdo con las cuentas del Gobierno, estas tasas extraordinarias, de carácter "temporal", permitirán a las arcas del Estado recaudar una cifra "un poco inferior" a los 100 millones de euros en 2012.

Además, las plusvalías en el rendimiento de capitales verán incrementados la tasa impositiva del actual 20 % al 21,5 %.

A parte de las medidas tributarias, el actual programa, considerado un borrador del Presupuesto del Estado de 2012, pretende adelgazar en un 20 por ciento el sector empresarial público luso mediante la extinción de empresas, fusiones y privatizaciones.

Asimismo, las privatizaciones de empresas públicas, que podrán ser más de las previstas y que implicarán inversiones extranjeras directas, según el ministro, y medidas que impulsen la competitividad económica centradas en un aumento de las exportaciones, serán también ejes de la política presupuestaria.

El ministro aseguró que el drástico programa de ajuste responde a las exigencias del rescate internacional de 78.000 millones de euros, y resaltó que algunas de las medidas presentadas van "más allá" de lo exigido por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacionales (FMI).

Portugal, que registró en 2010 un déficit de sus finanzas públicas del 9,1 %, se comprometió con Bruselas y el FMI a reducirlo hasta el 5,9 % a finales de este año.

El Gobierno conservador luso, que asumió el poder el pasado junio, congelará los salarios de los funcionarios hasta 2014, después de haber sido recortados a comienzos del pasado año, y espera reducir el número de empleados públicos (actualmente unos 800.000) a un ritmo del dos por ciento anual.

Gaspar pronosticó además que, después de una caída acumulada del PIB luso del 4 % en 2011 y 2012, la economía, impulsada por el sector exportador, recuperará el "equilibrio" en 2015 y se logrará rebajar la deuda pública a partir de 2014.

También explicó que la deuda pública subirá del 100,8 % del PIB este año hasta el 106,8 % en 2013, cuando empezará su tendencia descendiente hasta el 105 % en 2014 y el 101,8 % un año después.

El documento presentado también incluye previsiones en la tasa desempleo, que subirá el próximo año hasta el 13,2 %, pero descenderá hasta el 12,3 % en 2015, y el déficit, que como ya fue anunciado se reducirá progresivamente hasta el 3 % en 2013 y el 0,5 % en 2015.

Gaspar, no obstante, mostró su preocupación por el "agujero" en las arcas estatales de 500 millones de euros procedente del archipiélago de Madeira, una de los dos regiones autónomas de Portugal.

"Me parece una situación de crisis, me parece una situación insostenible, y por eso, me parece importante que se actúe rápidamente", concluyó.

La divulgación de las líneas generales de la política presupuestaria de Portugal a finales de agosto es una medida incluida en las condiciones del préstamo del FMI y la UE.

El pasado 12 de agosto, ambos organismos aprobaron los resultados de los tres primeros meses del programa de auxilio al país -imprescindible para seguir recibiendo dinero-, aunque avisaron de la necesidad de que el sector bancario del país aumente su capital y reduzca los efectos del endeudamiento financiero.