Este artículo se publicó hace 15 años.
La polémica vuelve a cernirse sobre Reyes Estévez
El anuncio del equipo que representará a España en los Mundiales de Berlín se producirá este jueves envuelto en la polémica sobre si Reyes Estévez, inesperado campeón de España el domingo pasado en Barcelona, merece estar en la terna de 1.500 en detrimento de Diego Ruiz o incluso de Arturo Casado.
"Yo, desde luego, me llevaría", afirmó Estévez tras conquistar su cuarto título, y cuando se le ha pedido que designe a los otros dos que le acompañarían a Berlín se inclina por Juan Carlos Higuero y Diego Ruiz.
Estévez dejaba fuera al madrileño Arturo Casado, campeón en 2008 y tercero este año, que el domingo, igual de Higuero, se pronunció sin ambages en favor de seleccionar a Ruiz en detrimento del propio Reyes.
El barcelonés, en posesión de dos medallas de bronce en campeonatos del mundo (Atenas'97 y Sevilla'99), ha venido a romper con su victoria el consenso en torno al trío formado por Higuero, Casado y Ruiz, y este último, pese a haber sido subcampeón de Europa en la última convocatoria de la selección absoluta (Europeos en sala de Turín 2009), corre el riesgo de quedarse fuera tras su quinto puesto en el campeonato de España.
Al cabo de dos años entrenándose en Madrid con Manuel Pascua, Estévez ya amagó el año pasado con recuperar su explosividad cuando fue subcampeón de España en Tenerife, por detrás de Casado y batiendo a Higuero, pero su fracaso en los Juegos de Pekín, donde cayó en primera ronda, volvió a echar tierra sobre su incipiente renacimiento.
Su entrenador aseguraba que en Pekín estaba en gran forma pero que un fuerte resfriado le dejó sin defensas. Su representante, Miguel Ángel Mostaza, explica que cuando Estévez anda fino su organismo queda expuesto a los más leves contratiempos y en esos momentos es muy propenso a padecer resfriados, especialmente por culpa del aire acondicionado, del que el atleta huye como de la peste.
Su trayectoria le avala como un valor sólido en grandes campeonatos. Ahora, con 33 años (los cumplió el mismo día en que ganó el título), Estévez parece haber recuperado su excepcional cambio a 200 metros de la meta.
Para Mostaza, "es una pena que en España, precisamente por el grandísimo nivel que hay en 1.500, siempre haya dos o tres que se quedan fuera de la selección estando capacitados para competir en un Mundial. Eso sólo pasa aquí y en Kenia", indicó a EFE.
Diego Ruiz quiso ponerse la venda antes de recibir la herida cuando, a pie de pista, tras la carrera de Barcelona, afirmó que "no sería justo llevar (a Berlín) a alguien que no ha hecho nada durante todo el año, por los resultados de una sola carrera".
La alusión a Estévez era meridiana, pero Mostaza aduce, a modo de contrarréplica, que "no es lo mismo correr en un mitin y hacer 3:32 viniendo desde atrás que dar la cara en un gran campeonato, como hace Reyes". Aludía, sin mentarlo, a los 3:32.59 de Higuero en Roma.
El precedente de los Juegos de Pekín obra en perjuicio de Estévez, el único de los tres españoles que no pasó a las semifinales. Higuero y Casado sí lo hicieron, y el burgalés, que sólo había sido tercero en el campeonato de España, terminó en un notable quinto puesto que terminará siendo cuarto cuando descalifiquen por dopaje al campeón, el bahrainí Rashid Ramzi.
La polémica, sea cual fuere la decisión del Comité Técnico, está servida en el 1.500. Estévez, excluido de la selección olímpica para Sydney 2000 tras quedar tercero en el campeonato de España, vuelve a estar en el ojo del huracán.
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