Este artículo se publicó hace 16 años.
El PNV no piensa echarse al monte
El lehendakari intentará aprovechar un fallo del TC contra la consulta para movilizar a la sociedad vasca
También la sentencia sobre la consulta aprobada por el Parlamento vasco a iniciativa del lehendakari
Ibarretxe parece clara antes de que haya sido dictada por el Tribunal Constitucional (TC). Incluso entre sus promotores, pocos son los que tienen esperanzas de un fallo favorable. El último en admitirlo abiertamente fue Iñigo Urkullu el pasado viernes.
El presidente del PNV quiso tranquilizar los ánimos. Los nacionalistas no se saltarán una sentencia negativa. "Lo que no vamos a hacer es perder los papeles. No lo vamos a hacer, ni vamos a caer en la provocación en la que desde Madrid, PSOE, PP y determinados poderes quieren que caigamos", recalcó.
Urkullu situó al TC en el centro de sus críticas, pero aseguró que no le harían el juego, aunque "reproduzca uno de esos autos ya dictados que parecería exagerado hasta a los jacobinos franceses". Como en otras ocasiones, Urkullu responsabilizó personalmente a Zapatero del conflicto montado en torno a la consulta.
La consulta, arma electoralLos socialistas leen el discurso de Urkullu en clave electoral. El sábado, Rodolfo Ares, portavoz de la Ejecutiva del PSE, achacó las declaraciones del presidente del PNV al nerviosismo de su partido por las encuestas. Ares identifica la consulta con la "bandera electoral" de los nacionalistas y avisa que se avecina un "otoño caliente" de confrontación en la política vasca.
En la misma línea se pronuncia el portavoz adjunto del PSOE en el Congreso, Ramón Jáuregui. Miembro del PSE, cree que una vez dictada la sentencia, "la pelota estará en el tejado del lehendakari. Le obligará a mover ficha". El diputado considera que el bloqueo político provocado por la hoja de ruta de Ibarretxe debería resolverse con la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones. Sería coherente con la postura del PNV, "pero no lo hará", matiza.
Los socialistas están convencidos de que el lehendakari tratará de aprovechar el rechazo del Constitucional para escenificar "el victimismo político al que suelen agarrarse".
Según esa teoría, el PNV apurará el resto del año para organizar actos en contra de la sentencia que sean capaces de movilizar a sus votantes y al nacionalismo en general. Será después de la Navidades cuando Ibarretxe disuelva el Parlamento.
En el PP prefieren esperar a tener la sentencia en la mano. "Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer", explica José Luis Ayllón; "ahora nos queda estar pendientes". En todo caso, los conservadores están seguros de que la propuesta de Ibarretxe morirá.
Sea cual sea la decisión del TC, lo que parece claro es que la consulta copará los próximos meses una política vasca que tiene desde hace tiempo un ojo puesto en las urnas.
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