Este artículo se publicó hace 14 años.
Peter Lindbergh denuncia el abuso del retoque en la imagen de la mujer
El retoque de la imagen fotográfica de la mujer en la moda y la publicidad ha degenerado en un abuso en la búsqueda de la perfección absoluta que hoy denuncia Peter Lindbergh desde las páginas del diario francés "Libération".
"Es mórbida", acusa Lindbergh (Polonia, 1944) respecto a esa obsesión por obtener la perfección en la imagen de las mujeres, a quienes además está convencido de que ello les angustia.
El fotógrafo estadounidense, responsable de la imagen de supermodelos, colaborador de "Harper's Bazaar" y "Vogue" y que vive entre Francia y Estados Unidos, admite que él mismo utiliza las técnicas de retoque fotográfico.
"Cuando las utilizo, es con la mayor discreción posible. Mi límite es dejar las asperezas, los pequeños defectos, todas esas cosas que dan carácter a alguien, precisamente eso que hacen desaparecer la mayoría de los fotógrafos de moda".
En cuanto a quién es responsable de que la imagen de la mujer difundida en revistas de moda y belleza -pero extendida en la fotografía en otros numerosos soportes- esté sujeta al "photoshop" (la aplicación informática más extendida para el retoque), Lindbergh acusa a los intermediarios anónimos.
"En esta industria -la de la fotografía de moda y de publicidad- un intermediario puede decidir en unos segundos suprimir todo lo que hace que un rostro esté vivo. Con toda la distancia que se quiera, pero hay un poco de fascismo en esto", acusa.
"Entre el momento de la sesión de fotos y la publicación hay toda una cadena de anónimos que no tienen ni gusto ni opinión, que trabajan para alisar el cuerpo de las mujeres, para hacer que se supriman las arrugas", asegura Lindbergh.
Y considera que la iniciativa lanzada en Francia para hacer aprobar una ley que prohíba los retoques fotográficos es "absurda e ineficaz" porque éstos existen desde la invención de la fotografía y porque "algunos fotógrafos lo emplean (el "photoshop") como una herramienta creativa".
Lindbergh opina que las supermodelos que desfilan ahora por las pasarelas siguen siendo delgadas porque los diseñadores imponen ese tipo de mujer y los fotógrafos están "más o menos obligados" a trabajar con ellas.
Pero considera que las modelos actuales están mucho menos implicadas en el mundo de la moda que las Naomi Campbell, Linda Evangelista o Claudia Schiffer que él fotografió en los años noventa del pasado siglo.
A las de ahora, "los fotógrafos y los que hacen los retoques las tratan y las ven como objetos sobre los cuales peinan su obsesión de la mujer perfecta".
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