Este artículo se publicó hace 15 años.
El partido del amigo del rey vence en las municipales de Marruecos
Los islamistas quedan sextos pero podrían controlar la alcaldía de alguna gran ciudad
Un partido cuya "ideología movilizadora" en palabras de la revista Le Journal consiste en la estrecha amistad de su líder, Fuad Ali El Himma, con Mohamed VI ha vencido en las elecciones municipales del viernes en Marruecos.
El ministro marroquí de Interior, Chakib Benmusa, anunció ayer que el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) ha obtenido 6.015 concejalías y 1.155.000 votos, un 18,72 % del total, en estos comicios que no han roto la tendencia a la alta abstención de los últimos años en Marruecos. Sólo un 52,4% del electorado depositó su voto.
La revista Le Journal sostiene que el PAM carece de ideología
La novedad de esta votación ha sido que, por primera vez, se reservó una cuota del 12% de los cargos municipales para las mujeres. Una discriminación positiva que ya se aplicaba en las elecciones legislativas.
El segundo partido más votado ha sido el nacionalista Istiqlal, con 5.292 ediles, seguido por la Agrupación Nacional de Independientes, con 4.112, y la Unión Socialista de Fuerzas Populares, con 3.226 concejales.
El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) ha quedado sexto, pero ha sido la formación más votada en las poblaciones de más de 35.000 habitantes. Un dato que augura que el PJD podría controlar los consejos municipales de alguna de las grandes ciudades del país.
El nuevo partido se ha alimentado de tránsfugas y caciques rurales
Said Kirhlani es experto en procesos electorales marroquíes y forma parte del Observatorio Electoral de los países árabes e islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde Casablanca, explica a Público que el impacto de los resultados no sólo se mide por el número de votos, sino también por el peso de las alcaldías que obtendrán los diferentes partidos.
Una victoria relativa
Kirhlani sostiene que "controlar el consejo municipal de una gran ciudad puede otorgar mucho más poder que dirigir pequeñas alcaldías sin recursos en el mundo rural", precisamente el feudo del partido vencedor.
El PAM tiene apenas diez meses de vida pero su filosofía no es nueva. Entronca con una tradición antaño muy arraigada en Marruecos: los partidos de notables leales al régimen que, a instancias de Hassan II, surgieron en los años sesenta con el objetivo de atomizar y debilitar a la oposición.
El Himma, de 46 años y líder del PAM, fue compañero del rey Mohamed VI en el colegio real. Desde entonces, ha sabido medrar al amparo de su amistad con el monarca desde la jefatura de su Gabinete de príncipe heredero al cargo de ministro delegado de Interior; un puesto que no ocultaba que el hombre fuerte en este crucial ministerio era él.
El amigo del rey abandonó esta cartera poco antes de las legislativas de septiembre de 2007 para presentarse a las elecciones como independiente. Al año siguiente, fundó el PAM, un cajón de sastre alimentado por tránsfugas de todo el espectro político, especialmente caciques del mundo rural, donde la monarquía marroquí ha encontrado tradicionalmente sus principales apoyos.
El trasiego de oportunistas que ha nutrido las filas del PAM suscitó un escándalo político en Marruecos y el vano intento del Ministerio de Interior de hacer cumplir la ley que prohíbe el transfuguismo. Los tribunales dieron la razón al PAM que, como represalia, pasó a la oposición y dejó al frágil Gobierno de coalición marroquí en minoría en el Parlamento del país.
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