Este artículo se publicó hace 13 años.
Los países que impulsan la energía nuclear en Asia deberían revisar planes
Asia vive pendiente de los esfuerzos de Japón por evitar lo peor y los países del continente que iniciaron el camino a la energía nuclear o proyectan hacerlo deberían revisar sus planes, como China, que suspenderá el proceso de aprobación de nuevas plantas nucleares, según los expertos.
Aunque lo peor logre evitarse en Fukushima, a 240 kilómetros al norte de Tokio, sin duda se producirá un impacto en los planes nucleares de países asiáticos, pues los ciudadanos e incluso los gobiernos de países vecinos que lo hayan emprendido pedirán más explicaciones, afirmaron analistas.
"La carrera para construir centrales nucleares por China en el sur, Vietnam, Indonesia (el país con más terremotos del mundo) y Tailandia se analizará en vista de lo sucedido en Japón, a pesar de su tecnología y fuerte cultura de seguridad", dijo en el South China Morning Post el director del Instituto de Estudios de Asuntos Internacionales de Singapur (SIIA), Simon Tay,
Malasia y Singapur, que no cuentan con reactores nucleares, no excluyen la posibilidad de emprender la vía de la energía nuclear, añadió.
Tay recordó que los países asiáticos emergentes se inclinaron a la energía nuclear para producir electricidad ante la incertidumbre política de Oriente Medio, principal suministrador de petróleo y a fin de asegurarse su seguridad energética.
Muchos expertos en la región argumentan que debe haber un mayor esfuerzo en la exploración del potencial de fuentes renovables de energía, también la geotérmica.
China, que produce 11 gigawatios en sus actuales 13 centrales, no ha registrado accidentes graves, aunque sí algún escape ligero, como el ocurrido en la provincia suroriental de Shenzhen en 2010.
Los planes son de aumentar hasta la generación de electricidad por reactores nucleares al menos hasta los 40 gigawatios en 2020, suficiente cantidad para iluminar España.
Para el director del SIIA, unos planes tan ambiciosos y con una expansión tan rápida tal vez planteen a Pekín un desafío en cuanto a la capacidad de construir y gestionar con seguridad los reactores nucleares.
La suspensión de nuevas licencias decidida ayer por el Consejo de Estado (Ejecutivo) presidido por el primer ministro, Wen Jiabao, tiene como objetivo controlar la seguridad en las centrales existentes.
China cuenta con 13 reactores nucleares en funcionamiento en su costa oriental, mientras que una veintena está en construcción y un ambicioso plan aprobó 60 adicionales para 2020 y llegar a 100 para 2030.
Según dijeron ayer funcionarios de la Administración Nacional de la Energía, las plantas nucleares en construcción cuentan con tecnología de tercera generación, más segura ante este tipo de accidentes y aportada por Westinghouse (EEUU) y Areva (Francia).
China, con algunas provincias del sur con riesgo sísmico, y desde luego Indonesia, muy expuesta a las catástrofes de ese tipo, harán bien en revisar sus planes por los riesgos, lo mismo que deberá hacer también Japón, añadió Tay.
En cualquier caso, el terremoto y posterior tsunami en Japón recordó al mundo la importancia de no confiar solamente en la tecnología sino estar en alerta constante, concluyó.
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