Este artículo se publicó hace 14 años.
Países dan apoyo financiero a Haití y le piden transparencia y más democracia
La comunidad internacional respondió hoy de forma positiva a Haití y a la petición de asistencia financiera de la ONU por 3.900 millones de dólares hasta 2011, pero también pidieron a su Gobierno transparencia en las cuentas y la puesta en marcha de una verdadera democracia.
La "nueva historia" que Naciones Unidas y los países donantes quieren escribir para Haití, un país que ya antes del terremoto del 12 de enero era el más pobre de América, pasa además de por la generosidad y solidaridad internacional por un Gobierno haitiano que se esfuerce en realizar las reformas que el país requiere.
Más de 130 países asisten hoy a la conferencia internacional de donantes organizada por la ONU y Estados Unidos, y copresidida por la Unión Europea (UE), España, Francia, Brasil y Canadá, para reunir la financiación necesaria para la recuperación de Haití.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fue el primero en pedir al presidente de Haití, René Préval, que en esta nueva etapa el país antillano se dote de "un Gobierno plenamente democrático".
También le pidió que ejecute políticas de lucha contra la pobreza y la disparidad, además de darle al país "un poder judicial independiente y una sociedad civil vigilante y respetuosa de los derechos humanos".
Ban subrayó a Préval que la "nueva asociación" a la que la ONU y la comunidad internacional están dispuestas "se basa en los principios del buen gobierno, la transparencia y la responsabilidad mutua de gobernantes y gobernados", y de los sectores público y privado.
Préval, que en su intervención agradeció la solidaridad internacional y cifró las pérdidas humanas en 300.000 y las económicas en el 120% del PIB haitiano, respondió que la necesidad más urgente para remodelar un "nuevo Haití" es la educación.
"Sin educación no es posible el desarrollo", dijo Préval, que preside un país en que el 38% de la población mayor de 15 años es analfabeta y que tiene al 25% de sus niños sin escolarizar, según datos del mismo Gobierno haitiano.
El mandatario haitiano, sin embargo, no se refirió a las necesarias reformas estructurales e institucionales que su país necesita y que los países le recordaron en la conferencia.
Respecto al plan de reconstrucción haitiano, Ban dijo que era "concreto, específico y ambicioso" y que en los próximos 18 meses se canalizará en programas y proyectos específicos y que en la próxima década Haití necesitará 11.500 millones de dólares, cantidad que subrayó "tendrá que ser bien invertida y mejor coordinada".
De manera inmediata, la UE y Estados Unidos comprometieron en torno a 2.750 millones de dólares de los 3.900 millones solicitados por la ONU, durante las respectivas intervenciones de la alta representante de política exterior europea, Catherine Ashton, y de la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.
"Este plan va más allá de la reconstrucción, e incluye la descentralización, las inversiones en agricultura, en educación e infraestructuras", dijo Ashton, durante su intervención en la conferencia, en la que anunció el compromiso comunitario de aportar 1.235 millones de euros (unos 1.600 millones de dólares).
Washington, por su parte, aportará 1.150 millones de dólares a la cantidad solicitada hoy por el secretario general de la ONU en favor de Haití, anunció Clinton, que precisó que estos fondos se destinarán a fomentar la producción agrícola del país, fortalecer su seguridad y mejorar el funcionamiento del Gobierno.
"No pueden tener éxito sin el apoyo de la comunidad internacional. Haití tiene que ser un éxito, porque de ese éxito nos beneficiaremos todos", agregó Clinton.
La alta funcionaria estadounidense pidió, además, dejar de lado las tradicionales reticencias a colaborar con las instituciones haitianas, consideradas ineficaces y corruptas, porque se necesita que el Gobierno del país antillano sea el pilar sobre el que se construya el desarrollo del país.
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, pidió a los demás países que acompañen a Haití en la tarea de construir un Estado estable, participativo, honesto y transparente.
Señaló que para reconstruir Haití se necesita "mejorar sus cimientos económicos y de infraestructuras", además de instituciones "firmes y plenamente democráticas" y de una organización política que garantice un Estado estable, participativo, transparente y volcado en los ciudadanos".
"Ayudar a Haití va más allá de cualquier lucha política, religiosa e ideológica, es un reto para que la comunidad internacional demuestre su voluntad y capacidad para unirse a favor de una causa justa", dijo el canciller de Brasil, Celso Amorim.
El plan del Gobierno haitiano contempla la creación de un Fondo de Reconstrucción de Haití, administrado por el mismo Gobierno antillano y los países donantes, con el Banco Mundial (BM) como agente fiscal.
El Fondo financiaría la desconcentración y la descentralización de Haití, incluida la creación de nuevos polos de desarrollo, infraestructura, las cuencas hidrográficas y la gestión del riesgo de desastres.
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