Las nuevas restricciones encienden las calles de una Europa convertida en el epicentro de la pandemia

Los ánimos andan encrespados. La pandemia en el centro y norte del continente europeo parece descontrolada lo que, a la postre, está derivando en algunos países en malestar social con conatos de algarada. En los últimos días, los disturbios han tomado las calles de sociedades aparentemente sosegadas.

Cañones de agua, fuegos artificiales, quema de vehículos... Los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes han colocado un belicoso paréntesis a la emergencia sanitaria que viven estos países, con incidencias de récord y nuevas medidas de confinamiento.

Son precisamente estas nuevas restricciones −algunas ya anunciadas, otras inminentes− la gota que ha terminado por colmar el vaso. Este fin de semana, sin ir más lejos, en Países Bajos los manifestantes se enfrentaron con la Policía, lo que se tradujo en una auténtica batalla campal.

Unos disturbios que el primer ministro holandés, Mark Rutte, no dudó en tildar de "pura violencia". En Bélgica, donde también se están implementando nuevas restricciones, varias marchas derivaron en desórdenes públicos con destrozos de vehículos policiales.

Una multitudinaria manifestación en Viena este sábado, con unos 40.000 asistentes y comandada por la extrema derecha, evidenció hasta qué punto los ánimos están caldeados. Otros países como Italia, Dinamarca y Croacia simbolizaron también el malestar de la sociedad.

Una incidencia de récord

Los mercados navideños tendrán que esperar. La afición de los alemanes por el vino caliente en plazas céntricas y con temperaturas gélidas peligran ante una incidencia de récord. Alemania suma otro nuevo récord por decimosexto día consecutivo y roza los 400 nuevos contagios con coronavirus por cada 100.000 habitantes en siete días, mientras sigue el debate sobre la opción de hacer obligatoria la vacuna.

Austria contabilizaba de domingo a lunes 13.806 nuevos contagios por coronavirus, la cifra más alta registrada en un lunes desde el inicio de la pandemia en este país que este lunes se convertía en el primero de Europa en imponer un confinamiento para frenar la nueva arremetida de la pandemia.

Curiosamente, países como Austria o República Checa, que en la primavera de 2020 pasaron la primera oleada con cifras de contagios y muertos muy bajas respecto a Italia o España, se ven más de un año después obligados a restringir la libertad de movimientos, con el denominador común de tasas de vacunación por debajo de la media de la Unión Europea.

También es preocupante la situación en Rusia, donde la cifra de muertes por la enfermedad contagiosa sigue cerca del récord con 1.241 decesos en la última jornada, según los datos del centro operativo de lucha contra el coronavirus.