Este artículo se publicó hace 15 años.
Noruega ensaya la transparencia total con "porno-impuestos"
Cualquiera puede comprobar en Internet los impuestos o la renta de todoslos noruegos. Nadie admite estar interesado, pero pocos se resisten a mirar
En Noruega hay ya un tabú menos. Mientras en otros países es incómodo hablar de lo que se gana y los ingresos de políticos, empresarios o estrellas de cine son casi un secreto de confesión, el nivel de impuestos y renta de cada ciudadano noruego puede consultarse con toda normalidad en la web del periódico preferido o en Facebook. Es la aplicación hasta el límite de la transparencia, "un principio con una gran tradición en Noruega", recuerda Anders Lande, asesor del ministro de finanzas, Sigbjorn Johnsen.
Hasta ahora, cualquier ciudadano noruego podía acercarse a las oficinas de la Administración local y consultar, tras lidiar con un funcionario y siempre en pesados volúmenes, los impuestos que paga el vecino o los ingresos que declara anualmente. Con la digitalización del registro y el procesamiento de los datos, la accesibilidad ahora es total. Los periódicos tabloides, que ofrecen el rastreo en el registro de los protagonistas de las noticias, han llegado a bautizar a esta información fiscal como "porno-impuestos": como con la pornografía, nadie admite estar interesado, pero pocos resisten la tentación de acceder alguna vez al registro.
Según el Gobierno, una coalición liderada por el partido laborista, "el acceso público a la lista de impuestos hace posible un control democrático" de sistema tributario, al tiempo que "promueve un debate crítico y saludable" sobre su ecuanimidad, en palabras de Lande.
Sin embargo, la vulnerabilidad de los más ricos ha hecho aumentar las críticas a este ejemplo de transparencia total. "Algunos críticos reprochan que la información ha sido usada para actividad criminal", reconoce el Gobierno en referencia a nuevos casos de extorsiones y chantajes gracias al registro.
Morbo creciente
"El morbo por ver cuánto gana tu vecino es cada vez mayor", lamenta Bente Kalsnes, asesora de la empresa informática Origo. Servicios en Facebook para ver cuánto ganan las amistades o mapas on line que sitúan la residencia de los más ricos "derivan en el Top Ten de turno con futbolistas o estrellas de cine que acaban por reemplazar al debate serio sobre el sistema impositivo", asegura.
"Es un buen sistema", defiende Anders Opdahl, redactor jefe del periódico Noordlys. "El ciudadano que paga impuestos religiosamente tiene derecho a saber quién cree ser más listo que los demás", indica. Sin complejos, Pia Svensgaard, gobernadora del condado de Troms, explica que gana unas 800.000 coronas al año (unos 96.000 euros), y paga "orgullosa casi la mitad en impuestos para tener un buen sistema sanitario y educativo", justifica.
"Nuestro problema es que somos demasiado ricos"se lamenta Svensgaard "por eso la crisis económica no nos ha afectado". Probablemente, en el bienestar del país, basado tradicionalmente en la gran presencia del sector público y en la falta de grandes diferencias de clase, se explica el secreto que permite que el registro público haya levantado polémica pero no una oposición mayoritaria. La administración pública de los yacimientos de petróleo y el gas, que convierten a Noruega en el tercer exportador mundial, y un paro técnico (2,7% en septiembre), hacen de Noruega un país en el que el bienestar o las injusticias económicas son a menudo una preocupación secundaria.
El registro puede consultarse en casi todos los medios digitales noruegos. Un ejemplo, el de la corporación de medios públicos, NRK.
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