Este artículo se publicó hace 14 años.
Normalidad en el primer día de huelga del Metro de Madrid
Los viajeros de Madrid sufrían el lunes la primera de las tres jornadas de huelga convocadas por los sindicatos del Metro en un clima de tranquilidad y normalidad, pese a una mayor aglomeración de pasajeros en los vagones.
La protesta por el recorte salarial a los funcionarios, que en la Comunidad de Madrid se ha ampliado a las empresas públicas, se notó en una menor circulación de los trenes, una reducción del 50 por ciento en cumplimiento de los servicios mínimos.
"De momento no me ha afectado (la huelga). Me planteé no coger el Metro hoy pero la verdad es que no la he notado", dijo Ana Belén, una usuaria de 45 años de Pozuelo, a Reuters mientras esperaba en la estación de Diego de León el tren que anunciaba en los paneles su llegada en 10 minutos, una retraso de unos 6-7 minutos sobre la frecuencia habitual.
UGT y CCOO -, han convocado los paros, y han amenazado con no respetar los servicios mínimos en las jornadas de martes y miércoles, en una huelga que se prevé que pueda afectar a alrededor de 2 millones de viajeros.
Diversos medios dijeron que el seguimiento de la jornada de huelga era del cien por cien, de acuerdo con los sindicatos, y de tan sólo un 40 por ciento, según la dirección del suburbano madrileño.
La mayoría de los usuarios del Metro de Madrid consultados aceptaron la huelga con comprensión y solidaridad mientras esperaban tranquilamente los trenes. Los retrasos de los pasajeros no superaban en ningún caso los 15 minutos, una demora soportable que puede variar radicalmente si se dejan de cumplir los servicios mínimos.
"Me parece bien que haya huelga, porque sirve para que nos enteremos los ciudadanos y para dar un toque a los políticos", señaló Carmen Rubio, ama de casa de 49 años, a Reuters, en una abarrotado andén de la línea circular 6 en Diego de León.
El viernes, el consejero regional de Transporte, José Ignacio Echevarría, calificó la huelga de "insolidaria" y "salvaje".
POSIBILIDAD DE ALARGAR LOS PAROS
Dentro de un plan de ajuste de 15.000 millones de euros, el Gobierno central aprobó una serie de reducciones en el salario de los funcionarios, que en la Comunidad de Madrid se han extendido a empresas públicas, como la de Metro de Madrid, cuyos trabajadores verán recortados sus salarios un 5 por ciento.
El secretario general del Sindicato Conductores de Metro de Madrid y portavoz del comité de huelga, Vicente Rodríguez, dijo al diario El País que los paros previstos para estos tres días podrían alargarse si la Comunidad no dejaba sus condiciones en los términos pactados en el convenio firmado en 2009.
"El decreto que aprobó el Gobierno de la nación excluye de los recortes a las sociedades mercantiles sujetas a negociaciones colectivas. Si ese decreto no nos hubiera dejado fuera, no habríamos levantado la voz. Pero la Comunidad de Madrid nos ha metido entre las empresas con recortes y queremos que nos expliquen por qué, que no se nos imponga", dijo Rodríguez.
El portavoz sindical advirtió además de que los servicios mínimos se respetarían el lunes, no así el martes y miércoles.
"Los trabajadores decidieron en la asamblea que celebramos el 17 de junio que se respetaban el lunes 28 y los días 29 y 30 solo en el servicio de mantenimiento de los trenes (...) Si la situación no se reconduce, los trabajadores decidieron no prestar servicios de ningún tipo ni mañana ni pasado: ni trenes, ni venta de billetes, ni atención al cliente", señaló Rodríguez.
Los paros del metro se producen tras la huelga de funcionarios celebrada el pasado 8 de junio y antes de la huelga general prevista para finales de septiembre para protestar por la reforma del mercado laboral que según los sindicatos abarata el despido.
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