Este artículo se publicó hace 17 años.
Náyades de Castilla y León muestran la evolución climática de últimos 80 años
Algunos ríos de Castilla y León cuentan en sus aguas más cristalinas con una especie de mejillón de río denominada náyade, que permite ver la evolución climática de los últimos ochenta años.
Este molusco, al contrario que el temido mejillón cebra que invade ríos como el Ebro, tiene efectos beneficiosos para la naturaleza, ya que es capaz de filtrar hasta 50 litros de agua al día, de ahí que en los últimos años haya formado parte de un proyecto Life de la Unión Europea que se aplica en Zamora.
El Life Náyade, que ha supuesto una inversión de 516.000 euros tras cuatro años de actuaciones, ha permitido estudiar estos bivalvos, cuya presencia en un río es garantía de la calidad de sus aguas, según ha asegurado hoy a Efe el técnico de Medio Ambiente y coordinador de este proyecto europeo, el biólogo Pablo Santos Redín.
Los estudios han revelado que a las náyades, al igual que ocurre con los troncos de los árboles, les crece cada año en su concha un nuevo anillo, de tal forma que contando sus anillos se puede conocer su edad.
Los ejemplares más longevos del mundo llegan a superar los 150 años, pero en la zona de estudio de la comarca zamorana de Sanabria las náyades de mayor edad tenían entre 80 y 85 años en los ríos Tera y Bibey y 65 años en el río Negro.
El análisis de estos moluscos permite además conocer las temperaturas y el régimen de caudales del año en el que le ha crecido cada anillo.
Un anillo grueso revela que fue un buen año, con abundancia de lluvias y temperaturas no demasiado cálidas en verano.
Estos datos, según ha explicado Santos Redín, ayudan a ver la evolución del cambio climático en los años de vida que tenga el molusco.
La presencia en ríos de Castilla y León de este bivalvo, cuyo nombre científico es 'margaritifera margaritifera', no es usual, ya que por lo general se encuentran cerca de las desembocaduras de los ríos y son excepcionales las colonias existentes en Zamora, Ávila y Salamanca.
En el noroeste de Zamora, en la zona de aplicación del proyecto Life Náyade, existen entre 3.500 y 4.000 ejemplares, un número que "aunque parezca importante, es escaso", ya que la densidad es de entre 0,1 y 0,4 náyades por metro cuadrado, frente 100 existentes en algunos ríos del norte de Europa.
Por este motivo durante los últimos cuatro años se han llevado a cabo actuaciones para recuperar su población y contribuir así indirectamente a mejorar el hábitat de la trucha y la calidad de las aguas de los ríos.
Las truchas son claves para la reproducción de las náyades, ya que las larvas de este molusco se anclan a las branquias de estos peces unas semanas para luego soltarse y crecer en los bancos de arena de los fondos de los ríos.
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