Este artículo se publicó hace 14 años.
El mundo se abre a la energía eólica
Polonia, Turqía, Italia, EEUU y Asia son los mercados más activos
El mundo se abre a la energía eólica y, por consiguiente, a Fersa. Mientras que en España y parte de Europa occidental la instalación de esta renovable está "muy madura", mercados como Asia y Estados Unidos están liderando un crecimiento exponencial. Estudios internacionales estiman que la producción para el año 2014 se multiplicará por 2,5. En estos datos se apoya esta compañía dedicada a la promoción, instalación y explotación de parques eólicos. Por ahora, la suya es una carrera relámpago.
Fersa nació el año 2000 y en 2006 salió a bolsa e inició la internacionalización. En sólo cuatro años, el 60% de su actividad se sitúa en el exterior.
Ahora ha elaborado un ambicioso plan de expansión que contempla cuadriplicar la compañía en sólo cinco años sin necesidad de realizar ampliaciones de capital.
En 2009, su capacidad instalada era de 138 megavatios y su facturación fue de 23,3 millones de euros, un 12% más que el año anterior. Su plan de negocio prevé llegar a los 560,7 megavatios y a unos ingresos de 110 millones en 2014, como explica el presidente de Fersa, José M. Roger. Pese al importante aumento de tamaño que supone, el directivo incide en que se trata de "un crecimiento sostenido y basado en proyecciones realistas".
El crecimiento lo prevé financiar mediante desinversiones en parques en propiedad que ejecutará para compensar la cartera internacional. Por ello contempla redistribuir su mercado, de modo que en 2014 su presencia se situará en un 50% en España, un 35% en Europa y un 15% en el resto del mundo.
El eólico es un mercado seguro
Por ahora, la compañía tiene presencia en España, Francia, Polonia, India, Estonia, Panamá, China, Montenegro, Italia y Turquía. Fersa acudirá al concurso de parques eólicos de Galicia y Catalunya. En este último caso, lo hará acompañado de Aventalia, con el fin de conseguir 303 megavatios de los 769 que adjudicará el Gobierno catalán.
En su expansión, los mercados más atractivos son Polonia, Turquía e Italia, país con "la mejor tarifa de todos", consideró Roger, que también valora de Turquía que tiene "gran potencial de crecimiento", y cuenta con un marco regulador estable y precios de tarifas en euros. En este territorio, ha firmado una joint-venture con el grupo turco Saran Energy.
Roger considera el suyo un "negocio seguro" porque permite conocer con exactitud la rentabilidad de sus actuaciones, gracias a la tarifa eólica que establece el Gobierno, tan cuestionada por las eléctricas. El retorno de la inversión se calcula entre el 7 y el 12%. "El Estado es nuestro cliente", añade sin tapujos.
El empresario no evita entrar en la guerra abierta contra las renovables. Las defiende porque permiten una generación de energía "completamente limpia" y un parque, si se desmantela, "no deja rastro". Frente la eólica, considera la energía termosolar y solar mucho más caras.
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